1. Con Pedro de viaje a la playa


    Fecha: 10/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: JuguitodeChale, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la cama y yo me incorporé para poder mamar su verga más cómodamente, primero tendido por completo frente a él, pues no era difícil embullirme su miembro pues no era grande, e incluso era más fácil meterlo a mi boca con todo y sus huevos, los cuales lamía y relamía. No podía levantar la mirada en esa posición pero solo sentía su excitación a través de su respiración. Nunca antes un hombre le había dado sexo oral. Tomó mi cabeza con sus manos y tomó el control de la mamada. Me detenía la cabeza, me sacaba la verga y luego la metía de golpe, me estaba cogiendo la boca y yo encantado. Mientras él hacia esto yo estrujaba sus nalgas, el cabrón tenía buenas sentaderas y yo me deleitaba toqueteándoselas. 
    Luego me coloqué boca arriba y le indiqué que se sentara en mi pecho, de esta manera podía sentir su calor justo en mi pecho, rodeado de sus anchas piernas sudadas, con su entrepierna justo sobre mi, aun estrujando su trasero y con su verga penetrando mi boca. Él colocó sus manos en la pared, desde ahí abajo podía ver su cuerpo entero, su abdomen restirado por la posición, su pecho sudoroso, sus axilas, su cabello lacio rebotando por los movimientos, su cara disfrutando y yo siendo sometido. 
    Parecía que para ser alguien que experimentaba de verdad lo quería y lo estaba disfrutando, tomando el mando. No intercambiamos palabras o frases sucias, pero para mí era más que excitante encontrarme en tal situación con semejante hombre.
    -¿Te los comes? – me preguntó agitado. Con su verga ...
    ... en mi boca le di una respuesta positiva
    Entre gemidos, terminó en mi boca y solo sentí su semen caliente, amargo, y el palpitar de la base de su verga en mis labios mientras se deslechaba. Se vació en mi boca y se echó un poco hacia atrás aun sobre mí. Se limpió el sudor de su cara para que no le cayera en los ojos, y se puso a reír echándose su cabello lacio hacia atrás cuando le mostré sus fluidos en mi boca y después los tragué. Antes de levantarme le pedí que me regalara sus boxers tal cual los había dejado, sudorosos, con su aroma y esencia.
    Nos incorporamos, tomamos duchas separadas y salimos a la playa. Para mí era un deleite verle disfrutar y ver su cuerpo sudoroso que tanto me excitaba. Compramos comida, nos relajamos un rato en el balcón de la habitación y después fuimos a cenar cerca del área de los antros por lo que estuvimos deambulando un rato. Al día siguiente volveríamos a casa. 
    Para ir a dormir fue el mismo ritual, ducha, acostarnos en bóxer, y dormir juntos. Yo no tenía pensado presionarlo a tener sexo, aunque lo que pasó en la mañana me había dado muchos ánimos. Nos acostamos y decidí ponerme frente a él, con mi cara en su pecho cálido, sintiendo su calor y los vellos de su vientre tocando el mío. Pedro tenía su brazo bajo mi cabeza, como abrazándome. Fue entonces que comencé a lamer su pecho con mi boca y poco a poco fui subiendo hasta su cuello. Él lo estaba disfrutando, pues suspiraba y en ocasiones sonreía, además que ya sentía su pene erecto debajo ...
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