PECHOS DE MIEL (PARTE 1 y 2 DE 3)
Fecha: 21/11/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... para arriba, junté mis dedos índice y mayor y se los metí hasta el fondo de la concha, estaba empapada, a punto caramelo, la levanté en el aire entre mis brazos y la llevé sobre otro escritorio, contra la pared, la senté sobre él y yo al medio en una silla, abrí sus piernas, las levanté y la arrinconé, mi pechos de miel tenía los ojos cerrados y se mordía su labio inferior, típico en ella, sus tetas se movían por la forma en que inconscientemente ella llenaba sus pulmones con aire, su concha abierta y toda depilada quedó a mi alcance, pasé la lengua apenas recorriéndola, ella se encorvó como respuesta, la enterré en su agujero tan profundo como pude, me deleité con su sabor a mar, y sus primeros quejidos llegaron a mi oído, bebí todo lo que pude, recorrí sus suaves labios, su pubis depilado, jugué con su botoncito entre mis labios, volví a su agujero una y otra vez porque ella parecía derretirse en mi boca. Estaba perdida fuera de control, soltó los botones de la camisa, liberó sus pechos para apretar los pezones entre sus dedos. Su clítoris estaba enorme, se vino en mi boca y los gemidos que dio me hicieron temer que alguien estuviera cerca, reí, subí un poco y besé sus pechos de miel, al fin podía hacerlo, subí más y nos besamos profundamente, me imploró Cogeme Fede, cógeme… te quiero dentro… Saqué entonces mi verga dura, refregué el glande una y otra vez contra la puerta, contra el clítoris, pero la sorprendí y lo guardé nuevamente en mis pantalones, no iba a cogerla, no ...
... todavía. Ella pareció enloquecerse No Fede! cogeme! Estoy caliente! no me dejes así! por favor, te lo suplico… Solo le di un beso en la frente, sonreí, le devolví la tanga y la dejé semidesnuda en esa sombría aula, disfrutando el momento. Nos conectamos al tiempo, me dijo que me odiaba, pero me odiaba con amor, por las cosas que le hacía vivir, que jamás imaginó que pasaría por lo que estaría pasando y que jamás imaginó desnudar su alma de esa manera Los juegos siguieron, otro y otro, pregunté sobre el sexo anal, me dijo Ni loca, tengo un trauma, de pequeña tenía fiebre, mi madre me dio un pequeño supositorio, fue tan desagradable, ella empujaba para adentro y yo hacía fuerza para fuera… nunca más, te lo juro que nunca más… Eso es porque no te han dado placer, hagamos una cosa, miras mis fotos, recuerda mis palabras, relájate, date tiempo, disfruta, solo acaríciate mientras te masturbas, tu eres mi pechos de miel… Noooo! No me digas pechos de miel, sabes que me derrito cuando lo haces, sabes que no puedo negarme… Yo reía al otro lado, hablamos un poco más, le di algunas indicaciones de que hacer y no mucho más. Días después yo sería el sorprendido, había dejado como tareas realizar unos trabajos prácticos, así que al empezar las clases solicité que los dejaran sobre mi escritorio, los chicos fueron pasando y me percaté que Ale había sido la última, de manera que el suyo quedara por sobre el resto, empecé con la clase, pero a medida que pasaban los minutos la mirada de puta de ...