1. que lejos a quedado mi adolesencia cuando dormido soñaba con lety.


    Fecha: 23/01/2020, Categorías: Voyerismo Tus Relatos Autor: M.A.V.M., Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... regadera donde Lety aseaba su cuerpo. Sin mediar palabra me acerco a ella y empiezo a enjabonar su espalda. Yo esperaba que ella, en forma de molestia, dijera ‘algo’, pero permaneció en silencio lo cual me dio total confianza.
    Pues nada más y nada menos que yo soñaba que mi cuñada Lety estaba sencillamente más excitada que yo: claramente veía como ella, de espaldas a mi, tomaba mi pene durísimo entre sus manos, empinando su cuerpo y abriendo sus piernas lo dirigía a la parte central de su mata de pelos, donde poco a poco yo soñaba introducirlo.
    Poco a poco, el acercamiento generaba el rico vaivén del mete y saca.
    La posición en que estábamos me hacía tomarla de sus tetotas que se movían insinuantes al ritmo de nuestros cuerpos.
    Ambos gemíamos de placer.
    En mi sueño Lety empinaba un poco más sus caderas y su pubis: la vagina de mi cuñada yo la sentía totalmente húmeda: sentía que sus líquidos mojaban mis piernas y mi estómago.
    Mi verga la hundía hasta el tope en el interior de Lety y mi sueño me trasladaba a un mundo desconocido.
    La potencia de mi adolescencia y el deseo de poseer a mi cuñada, no permitían que mi erección disminuyera en lo más mínimo.
    Sin sacar mi verga de la abertura soñada y vista tantas veces me sacaron chorros de abundante leche.
    En ese momento, al correrme, despertaba del sueño que siempre me encantó soñar despierto…”
    Éstos, mis sueños de adolescente, pronto los vería realizados.
    Esos sueños encantadores me hacían desear a Lety como un loco. ...
    ... Mis masturbaciones eran frenéticas. Casi constantemente traía el pene erecto y me era difícil ocultarlo.
    Sin que sea un crítica, quizá también mi hermano descuidaba un poco a su esposa, porque a ella se le “notaba” fuertemente se le notaba que necesitaba un hombre que la complaciera. Seguramente que también nuestra mutua formación “a la antigüita”, solo nos permitía soñar.
    Mi cuñada Lety notó lo que estaba provocando en mi: yo observaba cómo me veía y en silencio fijaba sus ojos en mi entrepierna. Yo no hacía nada por ocultarlo: mi instinto sexual había despertando rápidamente.
    Mi cuñadita, tiene sus formas redonditas, es bonita, sus tetotas y sus caderas son provocativas. Su mirada es “pícara” y coqueta, aunque seguía siendo una señora seria y muy propia de su hogar y de su marido (mi hermano).
    Por los viajes de trabajo de mi hermano, y por el hecho de acompañar en su soledad a mi sueño, Lety, hasta entonces inalcanzable, muy constantemente, en vez de irme a casa después de la escuela, me trasladaba a casa de ella, so-pretexto de que “estaba sola”.
    Este tipo de visitas a casa de mi hermano me obligaban a tomar en su casa mi baño vespertino.
    Recuerdo que el baño tenía un pequeño agujero en la pared que daba al lavadero, por donde en un tiempo había estado un tubo de agua. Este agujero quedaba exactamente a la mitad de nuestro cuerpo, por lo que presentaba una vista panorámica espectacular.
    Pero mi baño no era completo sin mi diaria masturbación. Dejaba que el agua me ...
«1234...7»