1. Me llevó a un vagón del tren.


    Fecha: 26/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ¡ahhh! ¡aaahhh! Lloraba más que gemía, mientras aquella polla me daba por el culo. Me estaba machacando la próstata, dándome un gusto irresistible.
       ¡Ohhh! ¡ohhh! ¡ooohhh! Me salían unos gemidos cómo de lamento, haciéndome poner los ojos en blanco, y que me mordiera los labios, por tanto placer que estaba sintiendo cada vez que la polla aquella me sodomizaba el culo. 
    
       Joder maricón, van a pensar que estamos matando a alguien, decía el agregado Jaime. Sí que nos saliste bien chillona y puta. Joder lo que te gusta la polla, maricón. Y pensar que no creí que fueses maricón cuando te vi en el bar. 
    
       El que me estaba dando por el culo, ya me follaba a saco, se podía escuchar el sonido de su polla al entrar en mi ano y su pelvis golpear mi culo, plof plof plof plof. 
       Me daba con toda su alma y empezaba a sudar por todos sus poros. Debía estar cansado de aquella postura en que me estaba dando por el culo, que pidió que lo siguiera cuando tirando de mí, así cómo me tenía abrazado por el vientre, y sin sacarme la polla del culo, me hizo que siguiera con mi culo pegado a su pubis, me hizo girar, sentándose él en el banco, y yo sentado sobre su polla.
    
       Así, así maricón, mueve tu culito y clávate mi polla. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba el muy hijo de puta clavándome la polla en el culo.
    
       De esta manera, el viejo Jaime, se arrimó a mí, dejando que le agarrara la enorme polla que se gastaba el muy cabrón. Si la polla que me estaba dando por el culo ...
    ... ya era una gran polla, la del viejo Jaime, era todo un monumento, parecía que, en lugar de una polla, tuviese una manguera por verga. Cuando me metiese aquella anaconda en el culo, me iba dejar bien abierto el ano el muy hijo de puta. Menos mal que el primero en darme por el culo, no se gastaba semejante herramienta, que, si no, me habrían hecho sudar la gota gorda y reventado el culo.
    
    Agarré aquella manguera que se gastaba por polla el viejo Jaime, y a la vez que le acariciaba los huevos, le meneaba el pollón aquel, lo acercaba a mi boca cuando podía, y lo iba lamiendo. 
    
       Eres bien viciosillo, maricón. Mira que te gusta la polla, ¿eh? Pues no te preocupes, que mira bien el rabo que te voy a meter en el culo, pedazo de maricón. Te voy a dejar el culo tan abierto que va a parecer un bebedero de patos.
    
       El cabrón que me estaba dando por el culo, empezó a gritar que se corría. ¡Ohhh! Me corro, me corro, gritaba mientras me clavaba la polla profundamente en el culo y movía su pelvis más rápido.
       ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! Gritaba mientras eyaculaba en lo más profundo de mi culo.
    
       Cuando paró de descargar su semen en mi culito, quedamos parados allí sentados, el sobre el banco y yo sobre su polla. La polla que terminaba de darme por el culo poco a poco iba aflojando y saliendo de mi culo a la vez que notaba cómo me iba escurriendo la leche que me había inyectado en mis entrañas.
    
       Mi polla rezumaba semen por todo el glande, ya que hacía tiempo que no ...
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