MI SOBRINITA ME VIOLÓ - Relatos Eróticos

MI SOBRINITA ME VIOLÓ

... prisas. La niña estaba muy feliz. Tan feliz, que apenas acabamos los helados, me cogió de la mano, me miró a los ojos y me preguntó:

- Tío, me has dicho esta tarde que cuantas más veces follemos, más se abrirá mi coño y antes estaré llena de placer en lugar de dolor ¿por qué no nos vamos a casa ya y follamos otra vez? A lo mejor ya entra tu polla con más facilidad.

La miré fijamente a la cara. Sus labios estaban abiertos en una amplia sonrisa, sus ojos estaban brillantes de deseo. Miré su cuerpo tan juvenil y fresco y sin darme cuenta me empalmé. Tuve que explicarle a mi sobrinita que no podía levantarme ahora porque tenía la polla dura y todo el mundo lo vería. Acercó su rostro al mío y me preguntó:

- ¿Te has empalmado pensando en mi y en cómo me vas a follar?

Yo asentí sonriendo y Claudia me respondió con una risa fresca y fuerte que los vecinos de las otras mesas nos miraron. Supongo que pensarían en cualquier cosa de una relación muy familiar. Cuando ya se me bajó bastante la polla, nos levantamos, nos cogimos de las manos como verdaderos tío y sobrina y paseando lentamente nos fuimos al apartamento. Apenas entramos en el ascensor, Claudia me abrió la bragueta, me sacó la polla y se la metió en la boca. No se lo impedí, al revés, disfruté... hasta que paró el ascensor en nuestro piso, y entonces, la muy cabrona me dio un mordisco de narices.

Me hizo tanto daño y de forma tan inesperada, que levanté la mano para darle una bofetada. Mi sobrinita, ni se ...

... movió. Salí del ascensor con la polla fuera de la bragueta y detrás mi sobrinita y cuando entramos en el apartamento playero, la muy hija de su puta madre, mirándome a la cara y con muy mala leche, me dice:

-¿Es qué no vas a pegarme? ¿Qué clase de hombre eres? ¿Eres hombre solo para follarme y no para pegarme? Cuando estoy follando con la mamá y le hago daño o me porto mal, mamá me pega con sus fuertes manos en el culo, en las piernas, en las tetas y también con una fusta que se compró, me pega donde quiere por delante y por detrás. Así me hace comprender que ese será parte de mi trabajo de puta viciosa ¿Y tú no me vas a castigar? Pues entonces si no me vas a enseñar, no mereces follarme. ¡O haces conmigo lo que haces con mi madre o me buscaré otros hombres que sepan tratarme!

Y escupiendo en el suelo a mis pies, se fue a su habitación, dio un portazo impresionante y se encerró. Me quedé muy sorprendido y al mismo tiempo aterrado. Había poseído a mi sobrinita, me había derramado dentro de ella, había profanado su virginal himen y ahora corría el peligro de perderla, así que comprendí que, o era masoquista o la había entrenado su madre para ello y yo debía ser, al menos, tan duro como mi hermana o la perdería para siempre. En unos segundos me desnudé totalmente y tiré mi ropa sobre el sofá y así totalmente desnudo y con la polla más dura que nunca, abrí la puerta de la habitación y me encontré a mi amada sobrinita, totalmente desnuda sobre la cama y fumando. No sabía que ...