1. Femdom


    Fecha: 06/02/2020, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Laura Garmendi, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Capítulo 1 
     
    Hace ya dos años que mi esposo me contó cuáles eran sus fantasías con una mujer. De hecho, fue durante un juego de sinceridad que practicamos una tarde de domingo en la que estábamos aburridos y se nos ocurrió buscar en Internet juegos de entretenimiento. Nos topamos con uno que nos pareció interesante e inquietante al mismo tiempo. Medio en broma, medio en serio, nos pusimos a ello. Las instrucciones eran sencillas: se trataba de coger quince tarjetas a modo de cartas y escribir en ellas el tema sobre el que quien la eligiera debía contar algún secreto desconocido por su pareja. Todos los temas eran peliagudos: mentiras que habías dicho alguna vez, incumplimientos o escaqueo en el trabajo, fantasías sexuales, engaños a tu pareja, consumo de drogas anterior, descripción de la primera experiencia sexual, manías neuróticas que nadie conociera, supersticiones personales, dudas religiosas, sentimientos racistas escondidos, deseos agresivos o vengativos contra alguna persona, y algunos otros que no recuerdo.
    Una vez escritas las tarjetas se debían barajar y, vueltas del revés sobre la mesa, por turno, se elegía una y se procedía a contar el secreto. Si conseguías sorprender a tu pareja y te creía, lo cual era un poco subjetivo, te apuntabas dos puntos. Si solo le parecía interesante, pero mentira, un punto. Y si no conseguías contar nada al respecto, cero puntos.
    Aburridos como estábamos, no nos pareció mala idea intentarlo. Fui a coger de mi escritorio quince ...
    ... tarjetas de visita y mi marido escribió con buena letra en el dorso todos los temas propuestos. A mí me pareció que se estaba poniendo algo tenso, pero quizás en realidad era simple desgano o mal humor por el tedio de aquella tarde de domingo.
    Total, que empezamos a jugar; por mi parte, sin demasiado entusiasmo. Él sacó una moneda y lo echamos a cara o cruz. Me tocó a mí la primera. La tarjeta elegida era “Deseos agresivos o vengativos contra alguna persona”. Después de pensarlo un rato, me animé a contar mi primer secreto:
    —De pequeña —empecé a decir—, llegué a sentir verdadero odio hacia mi padre. 
    Solo pronunciar estas palabras, me empezó a temblar la voz y estuve a punto de inventar una excusa cualquiera para no contar los verdaderos motivos de este profundo desafecto, pero algo me indujo a continuar y lo solté todo. Nunca se lo había contado a nadie, pero era algo de lo que siempre me había querido liberar y en ese momento, con la excusa del juego, tenía la oportunidad de desahogarme como quien no quiere la cosa y así lo hice.
    —De pequeña —dije—, odiaba a mi padre hasta el punto de que, en mi imaginación, a veces me entretenía pensando en cómo cambiaría mi vida si él se muriera. Que tuviera un accidente, un cáncer fulminante o algo así. Las razones ahora me parecen triviales, pero en su momento fue una verdadera obsesión enfermiza. Simplemente, sentía celos por la manera en que mi padre trataba a mi hermano con manga ancha, disculpando todas sus faltas, y en cambio a ...
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