1. Nadia, mi encule persa 3


    Fecha: 22/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo más formal que he podido, pero no creo alcanzar la presencia que tiene Nadia. Las presento y lo primero que le dice Gaby a Nadia es algo en español, que creo que Nadia alcanza a entender, pues sabe algunas cuantas palabras:
    
    - ¡Nena, eres una hermosa mujer, eres muy bonita! Ya sabía que por algo Tony estaba hasta pasmado.
    
    - ¡Gracias! – contesta Nadia con un acento dulce en español.
    
    Le aclaro en el proceso de presentación, que Nadia es de Irán y que no habla mucho español. Le dice lo mismo en inglés, se saludan se abrazan y nos acomodamos para ir a nuestra cita de bodas. Como el coche de Gaby es compacto, yo me voy a la par de ella, pues hay espacio para estirar mejor mis pies y Nadia y Kashira van en el asiento trasero. Gaby sigue hablando conmigo español y me sale con sus comentarios: - Pibe, mira que trasero te has venido taladrando, y con esas tetas que has estado mamando creo que han ayudado a tu crecimiento. – y se ríe.
    
    Llegamos al notario, nos hace llenar un pequeño cuestionario, hemos pagado los $130.00 de aquel tramite, el señor revisa los cuestionarios, creo que se detiene en esa parte donde pregunta, nuestra edad y profesión. Nos mira con esa mirada pensativa, con ese interrogatorio del porque nos estamos casando: 19 años, declarando que no trabajamos, que somos estudiantes y que nadie nos obliga a casarnos. Sabe que estamos en esa edad de cometer estupideces, pero creo que dibuja una sonrisa al ver a Nadia, y mirar su sensual silueta de bellos pechos, ...
    ... un trasero de ensueños y esa cara de ángel; creo que concluye que él también haría la misma pendejada de casarse a esta edad. Nos lee aquellos documentos de rutina, nos pide que nos demos un beso, por el poder que le da el estado de California nos declara marido y mujer y finalizamos firmando aquellos papeles junto con nuestros testigos.
    
    Nos fuimos todos juntos a celebrar nuestra sencilla boda con Nadia a un restaurante de comida argentina que Gaby nos recomendó. Hemos pasado por dos horas ahí celebrando y departiendo. Gaby se hace cargo de llevar de regreso a Kashira a los dormitorios, mientras mi esposa y yo, abordamos un taxi, que nos alejaría de la ciudad para ir a un motel a la orilla del mar de las costas de San Francisco.
    
    Hemos entrado al cuarto de hotel y por mis venas corre cierto nerviosismo. Imagino que mi nerviosismo no debe ser mayor al de Nadia, cuya más extensa experiencia con un hombre, fue la que tuvo hace algunos meses conmigo, donde llegué a acariciar sus senos y sintió como mi glande chocaba contra el bikini de su traje de baño, que impedía mi penetración a la gloria de su sexo. Había llegado a conocer por primera vez un orgasmo, aunque no había sido penetrada. Podía ver en sus ojos, mientras nos besábamos el temor de una niña, que a pesar que ahora está casada conmigo, aquello que estamos a punto de vivir, sigue siendo prohibido.
    
    Sus manos a pesar que estamos en los comienzos de un verano de junio están fríos, he vuelto a sentir el mismo temblor ...
«1...3456»