La perra de J - Relatos Eróticos

La perra de J

... transcurrir con "normalidad", cuando un día esperando un bus para ir a mi trabajo, siento una voz que me habla cerca y bajito: "Hola putita", yo di la vuelta y vi el rostro del gordo que me folló en el hotel, quise retirarme pero me tomó del hombro y como no quise hacer ningún escándalo en la calle le seguí la corriente y empezamos una conversación que sería mi perdición.

El gordo vestía completamente de negro, yo lo miraba con sorpresa e intentando pensar una excusa para no hablar con él.

-El otro día me encantó estar contigo, lástima que J no te haya llevado de vuelta al hotel, de todas las perras que ha llevado, tú has sido la mejor.

-¿Qué quieres decir con eso de "todas" las perras?- pregunté con intriga.

-No habrás creído que eras la única. - sonreía el gordo.

-No sé.

-Mejor vamos al hotel y te voy a mostrar algo que creo te debe interesar bastante.

-¿Qué es?

-Ya lo verás, ¿vamos o no?

-Está bien. -mi curiosidad pudo más.

Llegamos al hotel y estaba otro señor en recepción (no el joven de la vez pasada), parecía ser el hermano del gordo porque era parecidos físicamente, aunque el recepcionista un poco más subido de peso y canoso. Se saludaron y le dijo que traía a un "amiguito" para revisar algo en una de las habitaciones, ambos sonrieron y subimos hasta el tercer piso, y entramos a la habitación, el gordo echó llave se abalanzó sobre mi, yo intentaba hacerme a un lado pero él era más fuerte, ambos caímos al piso.

-No te resistas ...

... perrita.- me decía mientras intentaba besarme.

-Yo solo vine por lo que me dijiste de las otras perras de J.

-Pero si quieres esa información tienes que pagar con algo antes, ¿eres tonta acaso?- dijo mientras tomaba mi rostro con sus manos.

-Está bien, pero espero que no te estés aprovechando de mi.

-No te hagas la virginal, que bien abierta que estás maricona, se nota que J te ha entrenado bien, ahora que te vi en la calle caminar, se ve como mueves las caderas como perra.

Tal vez era cierto, creo que sin darme cuenta en los últimos meses me había vuelto más femenino que antes, incluso me parecía oir algunos comentarios de compañeros de trabajo a mis espaldas.

Decidí dejarme hacer lo quería el gordo, me desvestí y lo tuve que desvestir con el asco que me daba, luego me eché boca abajo en la cama, pero él me dijo que quería servicio completo, así que tuve que chupársela, también lamerle sus huevos peludos, felizmente fue rápido, cuando estaba por penetrarme le dije que se pusiese el condón, a lo que riéndose a carcajadas me dijo que no, qué el quería preñarme al igual que J, yo me resigné y el gordo me la metió de un tirón, yo gemía y sudaba casi automáticamente, mientras él gozaba con mi ano, pasado unos 10 minutos lo sentí correrse dentro mío y yo casi de inmediato fui al baño a asearme, sentía que había traicionado a J, pero mi curiosidad era muy grande.

-Bueno, ese culo realmente es bueno, algo abierto pero bueno. - me dijo mientras se vestía.

-Yo ya ...