La perra de J - Relatos Eróticos

La perra de J

... cumplí, ahora cumple tu parte del trato.

-Ok perra, vamos a la sala de vigilancia.

Fuimos a la habitación contigua a la habitación y ahí había varias pantallas, fue buscando en los archivos y poco a poco me fue mostrando a J como entraba al hotel con distintas personas, algunos muchachos como yo, otras parecía mujeres, me reconocí en uno de los videos, contabilicé 6 muchachos y 3 mujeres y los videos era de un año antes hasta la semana pasada. Yo me puse a temblar, el gordo al verlo, me dijo:

-Parece que te ha impresionado demasiado, y yo que pensaba invitar a mi hermano a que pase un rato contigo, pero creo que no estás en condiciones.

-No, otra vez será -dije de manera seria.

Felizmente el gordo me dejó salir y ahora que sabía o más bien confirmaba mis sospechas sobre las aventuras de mi amo, no sabía como actuar, si enfrentarlo o hacerme la tonta, tenía que verlo al día siguiente, tenía todo un día para pensar.


Llegué como era habitual al departamento de mi amo, él me recibió vestido completamente de negro, me pareció extraño ya que nunca lo había visto vestido de tal manera, yo entré y comencé a desnudarme como siempre, J me puso el collar de perro y lo ató a una de las patas de la cama, yo tenía en mi mente lo que pensaba decirle, pero él parecía leer mi mente:

-Te noto algo pensativa perra.

-No es nada.

-Puedes hablar con honestidad, más bien demando tu honestidad. -me dijo con un tono autoritario.

-Espero que no se moleste.

-Ya me ...

... estas molestando, así que mejor dilo todo.

-Ayer vi al gordo del hotel y me dijo que usted tiene otras perras.

-Ya veo, pero eso es problema mío.

-Lo sé, pero yo pensaba que teníamos una relación de exclusividad..

-Tú tienes la exclusividad conmigo, yo no la tengo contigo. -me dijo furioso.

-No creo que sea justo.- dije casi sin pensarlo.

-No importa lo que creas.

-Está bien señor.

-Y ¿que más te dijo el gordo?

-Nada, solo hablamos unos minutos, quiso que lo acompañase al hotel pero me negué.

-¿En serio?

-Sí, señor.

De pronto sentí su pie sobre mi espalda, lo que me hizo que me de un golpe contra el suelo.

-Perra mentirosa, yo sé todo, a mi no me puedes engañar, yo mandé al gordo a que te buscase y te dijese todo, quería ponerte a prueba y me has decepcionado.

-Perdóneme señor- dije entre sollozos.

-No tienes mi perdón, te dejaste follar por el gordo sin condón, ahora si estas preñada no sabrás de quien es, muy puta resultaste ser.

-Haré lo que quiera, pero perdóneme.

-Ya no hay vuelta atrás, por tu curiosidad haz perdido o más bien haz ganado un castigo que durará para siempre.

-Por favor no quiero perderlo - dije entre lágrimas.

-Ya no eres mi perra, eres la perra de cualquiera y así vivirás.

Eso fue lo último que me dijo, luego me quitó el collar, hizo un ademán para que me vistiera y a empujones me sacó del departamento, llorando caminé varias calles, pasé por la veterinaria, no me animé a llamar a la puerta, era ...