Me dio por el culo en el portal del edificio.
Fecha: 13/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... con la mano, haciéndome señas para que fuera, a la vez que me ofrecía su polla, girándose e indicándome aquel pasillo estrecho y oscuro.
Joder, el tío aquel me estaba haciendo unas insinuaciones bien claras, se había agarrado el paquete, ofreciéndomelo.
Comienza a dar unos pasos esperando que lo siguiera, y como vio que yo lo empezaba a seguir, caminando muy despacio y con algo de miedo, él sigue internándose más en la oscuridad de aquel estrecho pasillo.
Iba caminando despacito, esperando que yo le diera alcance, pero yo desconfiado, aún no las tenía todas conmigo, y dejaba que el fuese delante mía.
Ya bien internado en el pasillo aquel, se paró sacando la polla de fuera, la cual me mostraba sin disimulo alguno.
Yo parado igual que él, miraba con precaución todo lo que iba haciendo.
Me estaba mostrando su polla que acababa de sacarse junto a las pelotas, las cuales acariciaba mientras me la ofrecía.
Paso a paso me fui acercando más a él, tenía algo de miedo, pero aquella visión, me había despertado la lujuria haciéndome perder la poca prudencia que solía tener.
Cuando por fin estuve a su altura, me volvió a hablar, ven hombre, no tengas miedo que no te voy a hacer nada.
Pegado ya a él, yo no le quitaba la vista a aquella polla, joder menuda verga que tenía el fulano aquel, tenía realmente una polla acorde a su altura, larga y de buen calibre. Pero lo que más me llamó la atención, eran las pelotas que le colgaban, joder ...
... casi le llegaban a las rodillas, era una cosa exagerada.
Me sujetó por la mano, llevándola a su herramienta. ¿te gusta? Me preguntaba dejando que la cogiera con mi mano.
Dios, aquella verga estaba caliente caliente, tenía una piel suave que daba gusto acariciarla. Después de acariciarle la polla, eché mano a aquellas pelotas tocándolas, y al igual que pasaba con la piel de su verga, daba gusto tocar aquellos huevos.
Mientras yo le acariciaba sus genitales y polla, él fue metiendo su mano por dentro de mi camisa, iba desabrochándome desde el cuello los botones, hasta que metió su mano, acariciándome los pezones.
Tenía unas manos fuertes y algo rasposas, pero las iba deslizando con mucha suavidad y ternura, haciéndome estremecer con su tacto.
Sin decirnos nada, yo seguía acariciando sus genitales, admirando aquella herramienta que tenía aquel hombre.
Mientras él seguía desabotonándome poco a poco los botones de la camisa, hasta que tiró de ella, sacando el trozo que tenía metido por dentro del pantalón. Una vez abierta por completo la camisa, posó sus manos sobre mis pechos, y acariciándolos muy suavemente, iba bajando las manos por mi barriga, hasta que llegó a la cintura. Allí con toda parsimonia, las llevó a mi cinturón, empezó a aflojarlo con toda la parsimonia del mundo, viendo como yo acariciaba sus genitales y babeaba mirando para ellos, sin decir nada y dejando que me fuera desvistiendo.
Una vez hubo aflojado el cinturón, continuó con ...