1. Me dio por el culo en el portal del edificio.


    Fecha: 13/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... los botones de mi pantalón, hasta que estos cayeron por su peso al suelo.
    
       Ya casi me tenía desnudo, ahora sí que ya estaba en sus manos, ahora sabía que me iba hacer suyo, me iba a dar por el culo hasta hacerme chillar de placer.
    
       Ven, dijo tirando por mi mano, vamos para el portal que estaremos más abrigados. 
    
       Me agaché para poder subir el pantalón, y me dejase caminar sin problemas, y una vez lo hube subido, aguantándolo con una mano, fui detrás del mientras él me llevaba de la otra mano medio desnudo.
    
       Entramos en el portal el cual tenía la puerta abierta, y allí siguió desvistiéndome con toda la parsimonia del mundo. 
    
       Dejé caer el pantalón al suelo, llevando las manos a sus genitales, y mientras se los iba acariciando, el llevó sus manos a mi cintura, acarició mi barriga y vientre con toda suavidad, a la vez que iba bajando mi slip con toda la dulzura y parsimonia del mundo.
    
       Yo ya gemía por las suaves caricias que me iba dando, temblando de excitación, y ardiéndome el cuerpo. Cada vez estaba más y más caliente y excitado. 
    
       Empecé a aflojarle el cinturón, luego hice lo mismo con el pantalón, bajándoselo junto a los calzoncillos que llevaba. 
       Ahora ya tenía delante mía, aquella verga tiesa y dura, junto a sus enormes genitales, los cuales colgaban como si del badajo de una campana se tratasen. Los acariciaba sin que nada me molestase.
    
       Mientras él descapullaba mi polla, me acariciaba los huevos, pasó su dedo gordo por la ...
    ... punta de mi polla, haciéndome dar otro gemido al hacerlo.
       Prosiguió subiendo sus manos por mi vientre, me iba acariciando con ambas manos, hasta que llegó a mis pezones, los acarició, luego los apretó suavemente con sus dedos, siguió subiendo sus manos hasta mis hombros, sin dejar de acariciarme, y muy suavemente, fue sacándome la camisa y cazadora que llevaba, a la vez que deslizaba sus manos por mis brazos.
    
    
       Dejó que cayeran ambas prendas al suelo deslizándose por mi espalda, y mientras se inclinaba hacia mí, llevó su boca a la mía, empezando a pasar su lengua por mis labios, luego los mordisqueó, mientras me abrazaba a él.
    
       Quiero hacerte mío, me decía mordisqueándome los labios. Dame tu culito y déjame entrar en ti, me susurraba. 
    
       Deja que te llene con mi lechita esta barriguita, anda, dame tu culito ya verás que bien se siente que te preñe con ella. 
    
       Metió su lengua en mi boca, saboreó mi lengua, se empapó con mi saliva y yo con la suya, luego fue bajando por mi barbilla, dándome suaves mordiscos, hasta alcanzar mi cuello, donde me hizo temblar y gemir de placer, al notar sus placenteros y suaves mordiscos.
    
       ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemía abrazándome a él, sin dejar de temblar por el gusto que me estaba dando. 
    
    
       Quiero que me des tu culito, susurraba al oído sin dejar de acariciarme con su boca y lengua. 
       Quiero entrar en ti y que seas mío, seguía susurrándome al oído, quiero hacerte gozar y hacerte mío, me decía sin dejar de mordisquearme ...
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