Nos volvimos encontrar por casualidad, en el cine.
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Aquel sábado andaba de fiesta con los amigos, habíamos estado en la calle de la Franja, tomando unos porrones de vino en el Priorato, donde además del clásico porrón de vino, habíamos comido unos cacahuetes, y varios amigos fumado unos porros. Porros, que compartieron, y aunque yo no fumaba porros, había dado varias caladas. Luego de salir del Priorato, ya bien puestos, nos metimos en el Veade, una tasca que había en la calle de la barrera, allí nos pusimos a beber unas tazas de ribeiro, y por supuesto seguimos fumando porros. Yo que no suelo fumar porros, ya estaba medio cardiaco, y por encima pasábamos de beber priorato, a tazas de ribeiro. En la tercera jarra de vino que pidieron, yo tuve que salir a la calle, no aguantaba más, tenía un sudor que me recorría todo el cuerpo y la cabeza ya me empezaba a dar vueltas.
Al salir a la calle, empecé a andar sin rumbo, cuando me di cuenta, ya había entrado al cine, era el cine Rosalía Castro. No sabía ni que película echaban, ni porque había entrado. El caso es que, ya que estaba allí, iba a ver la película y a ver si me recuperaba del colocón que empezaba a tener.
Estaba sentado en la butaca, cuando tuve que ir a los aseos, tenía que devolver. Como aún no había empezado la película, las luces estaban encendidas, por lo que me levanté sin problemas, acudiendo rápidamente a los aseos.
Cuando entré al baño, fui directo a uno de los retretes, donde eché toda la papilla. Después de devolver todo y quedarme el ...
... estómago aliviado, fui al lavabo, donde además de lavarme la cara, bebí un poco de agua y me enjuagué la boca para quitarme aquel mal sabor.
Estando agachado bebiendo del lavabo, se acercaron a mí, tocándome la espalda.
¿estás bien? Me preguntaron.
Me giré a la vez que me erguía, contestándole que sí, que solo era que había devuelto.
Al vernos a la cara, reconocí a aquel hombre, era Jaime, el maduro que me había citado en su casa, después de sodomizarme en los aseos públicos de la calle Fernández Latorre, hacía ya unos meses.
Hola le dije a modo de saludo, al reconocerlo.
Hola me contestó él. Te he visto en la sala del cine y he visto que salías un poco apurado, y te he seguido por si te pasaba algo, ¿de verdad que estás bien?
Si sí, le contesté, es que estaba con unos amigos bebiendo, me dieron de fumar un porro, y he tenido que dejarlos. Me vine al cine, y nada más sentarme, tuve que venir a los aseos a devolver.
A, por eso estabas bebiendo agua del lavabo, ¿no?
Sí, estaba enjuagándome un poco la boca, para quitar ese mal sabor.
Toma, toma este chicle que tengo, es de menta, yo los compro para quitarme el olor del tabaco. Sacó una pastillita de chicle, llevándola a mi boca.
Yo como si fuera un niño pequeño, abrí la boca, dejando que el llevara sus dedos, metiendo en ella aquella pastillita. Gracias le dije empezando a masticar aquel chicle.
Cuanto tiempo sin verte, no volviste a llamarme, me decía ...