Nos volvimos encontrar por casualidad, en el cine.
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... llevando su mano a mi entrepierna, sobándome el paquete, dejando su mano apoyada en el cachete de mi culo. Es que no te gustó lo que hicimos en mi casa, ¿eh?
Sí, sí que me gustó, pero… me encogí de hombros, dándole a entender que realmente no sabía el porqué no lo había vuelto a llamar.
Pues yo me he quedado con ganas de volver a estar contigo, eres muy sexi, me decía acariciándome el paquete por encima del pantalón. Y esta boquita que tienes me vuelve loco, decía llevando la mano a ella pasando su dedo por mis labios.
¡Ufff! Que ganas te tengo, decía resoplando mientras pasaba su dedo por la comisura de mis labios.
Ven, dijo cogiéndome por la mano, tirando por mí hacia uno de los aseos. Nos metimos dentro, cerró la puerta, y pegándome a la pared, llevó su boca a la mía empezando a morderme los labios, mientras sus manos buscaron mi cinturón, empezando a aflojarlo, luego siguió desabrochándome el pantalón, mientras yo con las manos sobre sus hombros, dejaba que me fuera bajando los pantalones y mordiera mi boca.
Después de conseguir desabrocharme el pantalón, tiraba de ellos para abajo, metió su mano por dentro de mi camisa, frotó mi barriga, y sin más preámbulo metió su mano por dentro de mi slip.
Excitado y deseoso por hacerme suyo, mientras seguía mordiéndome los labios, iba bajándome poco a poco el slip, mientras me sobaba con su mano.
¡Ohhh! Suspiré al notar su mano acariciar mis órganos sexuales, mientras me mordía la boca y ...
... metía su lengua en ella, ¡ooohhh! Volví a suspirar cuando su mano empezó a descapullarme la polla mientras me acariciaba los genitales.
Subía sus manos por mi barriga y pecho, acariciándome, mientras me susurraba, quiero follarte, déjame meterte la polla.
Anda, déjame darte por el culo, decía llevando su boca a mis pezones mordiéndolos.
¡Ohhh dios! Aquello me estaba calentando y revolucionando las hormonas, haciendo que mi polla se pusiese tiesa y dura. Llevé mis manos a su cinturón, empezando a aflojarlo, siguiendo al igual que él, desabrochándole el pantalón, luego busqué su polla, sacándola de aquella prisión donde se encontraba.
¡Ohhh dios que gusto! Estaba acariciando aquella polla que estaba tiesa y caliente a más no poder. Ya deseaba que me diera la vuelta y metiera aquella polla caliente en mi culo, haciéndome suyo.
Y eso fue lo que hizo, me dio la vuelta poniéndome de cara a la pared, subió mi ropa a los hombros, llevó su mano a mi agujero, pasó saliva por él, presionó con su dedo en mi esfínter haciendo que mi esfínter se abriera, dejando pasar su dedo, volvió a llevar saliva a él, y sin más perdida de tiempo, colocó la punta de su polla en la entrada de mi ano, y mientras tiraba de mis caderas hacia él, dio un movimiento a sus caderas, enterrándome prácticamente toda su polla en mi culito.
¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ohhh! Gemí al notar como su polla entraba en mí.
Así, dame tu culito, déjame follarte maricón, ¡ohhh que gusto! ¡ohhh ...