El Niño de la Casa (Episodios 1-5)
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Phoenix1986, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... reír.
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EL NIÑO DE LA CASA 3:
EL PACTO
Después de lo ocurrido en el cuarto de baño, y aunque los dos hubiéramos acabado bien relajados, se hacía un poco rara la convivencia con mi madre. Aquella noche ya cené con ella y mis hermanas. No se si cualquera de ellas dos habrían percibido algo de tensión en el ambiente. Cuando me fui a dormir, solo di un par de vueltas: mis pensamientos se durmieron junto a mi muy plácidamente. Era domingo y el día siguiente era un lunes de finales de julio en el que todos en mi casa gozábamos de vacaciones. Aunque yo tendría que quedarme allí con mi reposo absoluto.
Me desperté tarde. Aquel día fue mi madre quien estuvo más por mi. Me preparó un chocolate con leche de avena y galletas, me trajo un libro del salón para que leyera (evidentemente, con mi mano derecha inutulizada no podía jugar con mi consola portátil), se sentó junto a mi a charlar y animarnos los dos... La tensión que había habido cenando con mis hermanas ya no estaba, con lo que estuve muy agradecido. No obstante, si que había algo de "raro" en cuanto nos dirigíamos la palabra.
Mis hermanas no estuvieron demasiado tiempo en casa y el poco tiempo que estuvieron se lo pasaron en la piscina. Mi habitación daba al jardín así que las podía ver si me levantaba de la cama. Ver chicas en bikini es algo que a mi siempre me ...
... apetece, pero cuando tengo que estar de pie y no me encuentro bien, prefiero quedarme en la cama. Y si encima me dan envidia por estar disfutando ellas de algo que yo no puedo... pues razón de más. Mi madre no bajó a la piscina, supongo que por una especie de solidaridad conmigo, aunque no me habría molestado. Cuando ella estaba por sus cosas volví a intentar pajearme yo solo. Aún me sentía bastante necesitado. Más fracasos: mi mano izquierda era totalmente inútil.
El día pasó más rápido que el anterior y casi me da un vuelco el corazón cuando, después de que mi madre entrara en mi habitación, le oí decir:
-¿Te apetece hoy también una ducha antes de cenar?
No lo dudé, aunque tardé un poco en responder:
-Claro, mamá...
-Pues vamos allá.
Ya en el cuarto de baño yo volvía a estar en calzoncillos de la misma forma que ya me había visto un día antes mi madre. No disimuló que lo estaba mirando:
-Ya estamos otra vez ¿no?
-Pues eso parece mamá...
No se refirió más al tema y siguió todo como el día anterior, aunque ella estaba mucho menos nerviosa y, por qué no decirlo, yo también. Cuando llegó al momento de enjabonarme la polla no dudó y, jabón en mano, me lo empezó a esparcir a lo largo del falo. Yo no reprimí mucho mis pequeños gemidos de gustillo. Mi madre habló:
-Cariño, estás como ayer... ¿Quieres aprovechar e intentarlo?
-Vale mamá, -dije yo- sujétame.
Esta vez mi madre no tuvo el arrebato de abrazarme para sujetarme, y fue una lástima ...