El Niño de la Casa (Episodios 1-5)
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Phoenix1986, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... -me dijo mi madre guiñando un ojo- Tu tranquilo, cuanto más esperes más fácil nos será... Y mañana vuelves a tener premio ¿Vale? Tu aguanta, mi amor...
Me enjabonó sin detenerse demasiado tiempo en ningún sitio, para mi desgracia, y estuve luciendo aquella erección durante todo el baño. A la hora de cenar me tranquilicé autoconciendiado que mañana era mi gran día.
. . .
Miércoles. Otro día más. Otra visión de mi madre en bikini por la mañana. También de mis hermanas, que se pasaron el día entero también así, ya que iban entrando y saliendo de la piscina cuando querían y se secaban rápido cuando se tumbaban a tomar el sol. Mi madre me vino a buscar a la habitación y me dijo:
-Robe, cariño... Si quieres puedes bajar y te tumbas junto a la piscina, no te puedes bañar pero puedes tomar el sol con nosotras.
-No se mamá, ahora...
-¿Por qué no? ¿No te apetece el sol?
-Sí, mamá, -dije yo- pero estoy de aquella manera que ya sabes cada dos por tres.
-Vaya -dijo mi madre viendo que el tema volvía a salir- ¿Pero en que piensas tanto, hijo? -preguntó sin esperar respuesta.
-No solo es lo que pienso, mamá -quería hacérselo entender sin crear ningún mal rollo. Mi madre se quedó un segundo pensativa y bajó su mirada, se miró las tetas cubiertas y sujetadas como el bikini buenamente podía.
-Vale hijo -dijo un poco avergonzada- Lo siento... A la hora de la ducha te ayudo, lo prometo.
-No es culpa tuya estar tan bien, mamá... -me excusé- pero gracias por ...
... tu ayuda igualmente.
-¿Estar tan bien? ¡Ay que cosas me dices, tontito! Me voy a dar un remojón...
Le dediqué una sonrisa. Ella me la devolvió. Yo estaba tranquilo porque mi madre siempre cumplía sus promesas. Cuando la tarde avanzó llegó, ya vestida otra vez con camiseta de tirantes y pantalón de chandal corto. Entró a mi cuarto suspirando de lo relajada que estaba después de aquel día caluroso en la piscina. Me sonrió y me dijo:
-¿Una ducha?
-Por supuesto -contesté.
En el cuarto de baño mi pene apareció, evidentemente endurecido a su máximo nivel. Mi madre no lo comentó pero lo miró con media sonrisa. Sabía que el trato nos permitía aliviarme hoy y le reconfortaba aquella sensación. Cuando llegó el momento de enjabonarme el cuerpo mi corazón palpitaba a un ritmo muy alto. Me guiñó un ojo antes de empezar y me agarró la polla con su mano derecha mientras reposó la izquierda a la parte baja de mi espalda, se había agachado un poco y miré descaradamente sus tetas. Me sentía flotar y no me planteé tocárselas por si perdía el equilibrio al dejar de sujetarme con la única mano que podía mover. Me pajeó disimulando cada vez menos, solo aguanté unos minutos, pero lo mejor fue el final:
-Mamá... -dije, avisándola para que parara y yo solo me provocara el orgasmo.- Ya viene...
-Échala toda cariño... -pero no me soltó la polla. Me la siguió pajeando.
Me corrí. Me corrí como un cabronazo, fueron varios espasmos acompañados de abundantes chorros de esperma, mi ...