El Niño de la Casa (Episodios 1-5)
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Phoenix1986, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... para siempre lo que me haces. Lo haría contigo toda la noche...
-¿Harías...? ¿El qué? -preguntó ella.
-Pues eso... -respondí tímidamente.- Como me la tocas y como me la chupas...
-Ah, entiendo... -hizo una pausa prudente- ¿Pero también te gustaría hacer algo más...?
-¿Algo más...?
-Me ha parecido entender... -empezó ella, pero luego se calló.- Da igual, déjalo.
-No, mamá... -dije insistente, ahora ya sin susurrar.- Dime lo que habías entendido...
-No sé, cariño... -dijo ella evadiendo la situación muy pobremente.- Tampoco se si querrías... conmigo...
Confirmé las sospechas de haber entendido lo que me había parecido entender. No sabía que decir, ¿Se estaba ofreciendo para...?
-Mamá... Si tu no quieres no te preocupes...
-Sé que estamos hablando de algo más que tocarte y dejarme tocar. Pero tampoco veo una diferencia abismal con lo que ya hemos hecho... Y si tu realmente quisieras... Por mi... Pues... No se... se puede hablar.
-Mamá... -dije yo dando paso a otro silencio imperante. Luego volví a hablar.- Me encantaría. Si tu quisieras, me encantaría.
-Hijo... -dijo ella con ternura y sinceridad.- Me lo había preguntado... Me había preguntado si tu querrías, pero ahora mismo estás débil aún y ya me lo había quitado de la cabeza. No puedes hacer esfuerzos.
-Sí que me siento débil -dije yo, volviendo a magrearla bien.- Pero me muero de ganas de hacerlo, mamá. Hacerlo contigo...
-Hijo... si tu quieres, sin que hagas ningún esfuerzo... ...
... -dijo ella pensando lo bien en lo que quería decir.- Yo te lo dejo probar.
-Mamá... -dije yo en pleno éxtasis mental.- Muchas gracias... Me muero por probarlo así que...
-Sht... -me puso un dedo en los labios para que me callara y se incorporó en la cama. Encendió la luz de la mesilla de noche que iluminó ténuemente la habitación con tonos muy cálidos y anaranjados. La volví a ver solo en bragas, con aquellas tetas espléndidas, aquellas caderas anchas y aquel pelo, otra vez suelto, que le llegaba hasta un poco más abajo de los hombros. Volvió hacia mi pero esta vez se colocó de rodillas en la cama mirándome y me empezó a acariciar con una mano dando varios viajes por muchas partes de mi cuerpo, recorriéndolas todas. Yo estaba tumbado bocarriba y con la polla bien tiesa, preparada para explorar cosas nuevas, aunque yo ya hubiera estado allí dentro hacía muchos años.
Mientras yo tenía ese pensamiento ella se sentó en la cama y se empezó a quitar las bragas. Yo la obsevé con detenimiento. Cuando vi su pubis me percaté que lo tenía arreglado y un poco depilado por la zona del bikini, con el pelo recortado para que no se le rizara y quedara solo una fina capa de vello. Cuando hubo terminado de quitárselas se sento encima de mis muslos, con una pierna en cada lado de mi cuerpo, mirándome a mi.
-¿Peso? -me preguntó.
-Mamá... -dije lleno de excitación.- Ya te dije el otro día que no...
Ella me sonrió con amabilidad y me cogió mi mano izquierda. Se la dirigió a los ...