Infidelidad en el trabajo
Fecha: 24/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Isabel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... parte más íntima de esa mujer casada que, una vez más, volvía a violar sus votos, disponiéndose a dar rienda suelta a sus altamente desarrollados instintos sexuales.
Señor Márquez – dijo Ivette – José Luis, Ivette, llámame José Luis – contesto el hombre, que percibía el exceso de humedad en la cavidad tierna y tibia de ella en la punta del dedo que ahora hacia movimientos circulares dentro de la oquedad de ella, Ivette seguía gimiendo, y dijo quedamente, nos van a escuchar, el, simplemente sonrió y le explico - como tu bien sabes, soy viudo, y mi oficina ha sido testigo de mi búsqueda de mujeres hermosas que , como tú, estén abiertas a una tarde placentera, y que quieran estar un rato conmigo, mi asistente es acreedora de toda mi confianza y ella sabe que mientras yo no la llame, no debe molestarme, además de que la oficina tiene un sistema de aislamiento al ruido que hace imposible que nos escuchen linda, así que, puedes dar rienda suelta a tu pasión – Ivette se sintió una vez más, usada, la confesión de José Luis Márquez de que lo que le estaba haciendo a ella, ya se lo había hecho a otras, le molesto un poco, pero, misteriosamente, la excito aún más, sería una más, si, pero pensó, seré una más que le será difícil olvidar.
Ivette se alejó apoyando sus manos en el pecho de su aspirante a amante, rompió el beso, y el dedeo insistente en su vagina que ahora ella sentía rezumaba jugos mojando la parte interna de sus muslos, sus pezones le dolían, y la anticipación de ...
... contacto sexual la estaba volviendo loca, la falda del vestido cayo cubriendo sus nalgas, todavía con la tela del pantie hecha a un costado de sus hinchados labios vaginales, se recargo en el borde del amplio escritorio, y le dedico a su amante una sonrisa juguetona y coqueta, ¿no vamos demasiado rápido? El echo un paso hacia atrás, y contemplo una vez más a la mujer madura con las mejillas rojas por la excitación, y le contesto – No, al contrario, me encantaría que te quitaras la ropa para mí – Ivette había perdido toda inhibición, ahora era ella quien quería controlar el show, se llevó las manos a la cintura y procedió a retirar el cinto de tela que acinturaba el vestido, la delgada tela cruzada se abrió inmediatamente tras de que ella quitara el cinturón, las enormes tetas de Ivette en su brassiere rematado de encaje eran incitantes, y el frente de sus pantaletas, que, estaban hechas a un lado dejando ver el matojo de pelo púbico rojo, y sus hinchados labios vaginales, era una invitación increíble para el empresario que tras verla así, solo acertó a decir – eres una puta deliciosa – Ivette sonrió pícaramente ante el insulto, dio un pequeño paso al costado, y dejo que el vestido resbalara hasta caer en el piso, después paso los brazos por detrás de su espalda, y lentamente proyectando su cadera hacia un costado sin dejar de sonreír, desabrocho el clip que sujetaba el brassiere, mismo que procedió a retirar despacio, haciendo que su apasionado observador casi perdiera la ...