Infidelidad en el trabajo
Fecha: 24/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Isabel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... razón, con mucha pericia, las dos correas del sujetador estaban entre las delicadas manos de uñas perfectamente manicuradas y pintadas de Ivette, quien halo ambas correas hasta la altura de sus exaltados pechos, y dando un paso al frente retiro las copas que sujetaban esas dos enormes piezas de carne trémula medida doble D, el hombre acelero su respiración, y sonrió estúpidamente, anonadado, la vendedora de seguros casada que había entrado a la oficina, era ahora una mujer poseída de deseo, que estaba haciéndole un strip tease enfrente de su escritorio.
Los pechos enormes de Ivette, coronados con pezones de color café obscuro, y aureolas grandes de un café claro, contrastaban radicalmente con la blancura de su piel, y las pecas que adornaban su epidermis, ahora, tras retirar el sujetador, estaban libres de frente al hombre que tenía una erección que rayaba en lo doloroso, José Luis tocaba su duro falo por encima de la tela del fino pantalón de vestir, mientras Ivette, dando un par de pasos se colocó a centímetros de su rostro, ataviada solo con sus panties de encaje azul, y los tacones, el sujeto a la mujer por la cintura y se avoco a lamer los pezones que estaban duros como diamantes, y masajeo los dos pechos con sus grandes manos, ella volvió a gemir, y le pidió que retirara lo que le quedaba puesto, sin pensarlo, puso ambas manos al mismo tiempo a la altura de la amplia cadera, tomo las pantaletas y las bajo tirando de ambos lados, hasta que su cara quedo a la altura ...
... del pubis de la caliente mujer y la prenda estaba enredada a la altura de los tobillos de ella, Ivette levanto primero una pierna, y el hizo pasar la delicada prenda repitió la operación, y finalmente ella estaba frente al él solo con los zapatos de tacón puestos, y esa picara y coqueta sonrisa – cojeme José Luis – quiero que me la metas toda.
El respondió, estaba sorprendido, era increíble el contraste entre la mujer casi tímida que había entrado a la oficina 25 minutos antes, ahora estaba frente a una hembra hambrienta de sexo que pedía ser fornicada con urgencia. José Luis la abrazo por la cintura, bajo uno de los brazos y volvió a magrear el amplio trasero, uno de sus dedos resbalo hasta la entrada del ano de Ivette, quien separo las piernas, el metió el dedo índice hasta la mitad, ella ronroneo como un gatito, al tiempo, la jalo hacia sí, y se sentó en la silla donde antes Ivette había hecho su exposición de ventas, desde ahí, siguió dedeando el ano de ella, y ataco sus enormes pechos con la boca, lamia y chupaba los erectos pezones, y ella se sentía en la gloria, mientras ella estaba ahí, inclinada hacia él, de pie, con sus pechos siendo devorados y su mano derecha dedeando su entrada trasera el movió el brazo izquierdo y tomo la vulva que tanto deseaba, el dedeo era ahora simultaneo, un dedo en su apretado culo, y uno más en su empapada vagina, tras unos minutos en esta operación, Ivette sentía sus jugos resbalar por ambos muslos, el finalmente rompió el extraño ...