1. La mirada de un hombre alfa, reclamándome.


    Fecha: 25/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ...   Cuando me di cuenta, ya me había terminado de desabrochar el pantalón, y empezaba a bajarme el mismo, dejando que cayese por si solo a mis tobillos. 
       Metió sus manos por dentro de mi slip, y mientras me apretaba los cachetes de mi ardiente y desesperado culito, fue bajando el slip, hasta dejarme desnudo delante de él. 
    
       Se arrimó a mi boca empezando a morderme los labios, mientras me decía que sacase los zapatos y me sacase por completo el pantalón y slip.
    
       Con un pie saqué uno de los zapatos, haciendo luego lo mismo con el otro, y sacando luego el pantalón y slip, quedándome de pie, encima de ellos. 
    
       Ya me tenía desnudo por completo. Allí estaba yo, en plena noche, desnudo por completo, esperando a ser sodomizado en aquellos jardines públicos del centro de La Coruña.
    
       Posó sus manos sobre mis hombros, haciendo que me agachara y así le pudiera empezar a chupar aquella polla con la que me iba a sodomizar y hacer suyo.
    
       Abre la boquita, perrita, anda abre y chúpala para que luego pueda metértela en ese culito tan sexi que tienes, haciéndote mío, y pueda dejarte bien preñadito con mi leche.
    
       Abrí la boca llevando con mis manos aquella verga que tanto deseaba, empezando a chuparla como si de una piruleta se tratase. 
    
       Primero pasé la punta de la lengua por el capullo saboreándolo, haciendo que soltara un gemido de placer, al notar mi lengua recorrer la punta de la polla, ¡ooohhh sssiiií! Sí, así perrita, así, ¡ooohhh que lengüita! ...
    ... 
    
       Después de pasar la lengua por la punta del capullo, abrí la boca, empezando a chupar toda la cabeza de la polla, succionando como si fuese el chupete de un bebé.
    
       ¡Ohhh perrita! ¡ooohhh que gusto! Gemía suspirando, agarrándome las orejas, a la vez que impulsaba su pelvis, intentando introducir más su polla en mi boca. 
    
       La polla que tenía era bastante larga, yo calculo que rondaría los 18 centímetros, pero era más delgada de lo normal, por lo que daba gusto chupar aquella polla. No había que abrir demasiado la boca para que esta, entrara en ella.
    
       Tan fácil entraba aquella polla en mi boca, que, en varias ocasiones, llegó a traspasarme la campanilla, haciendo que me abriera en arcadas. Los ojos me lloraban y al sacar la polla de mi boca, quedaban los hilos de mis babas, uniendo mi boca con la polla.
    
       Cuando se cansó de que le chupara la polla, sujetándome por las asilas, me hizo levantar, me abrazó a él, llevando su boca a la mía, metiéndome la lengua hasta las amígdalas. Me saboreó con su lengua todos los rincones de mi cavidad bucal. Luego mordió mis labios dejándolos hinchados y enrojecidos como si fuesen unos fresones. Siguió bajando por la barbilla y continuando por mi cuello, donde me hizo gemir y temblar de placer, al morder y chupar como si fuese un vampiro. 
    
       ¡Ohhh! ¡ooohhh!¡ohhh! Gemía sin poder dejar de temblar, derritiéndome de gusto.
    
       Al verme temblar y dar fuertes gemidos teniendo que abrazarme a él, incrementó la placentera ...
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