Los cacheros y yo (III) - Relatos Eróticos

Los cacheros y yo (III)

... César (un tipo de porte militar), Martina y yo. Estos 2 chicos nuevos eran algo atractivos y tenia curiosidad por como serían sus entrepiernas. Eran 8 machos y 2 putas en medio de la playa que se oscurecía ¿que podría pasar?

Todos nos sentamos en círculo y encendimos una fogata mientras bebíamos cerveza.

Esteban: Que les parece si hacemos una competencia?

Genaro: Que tipo de competencia?

Esteban: Una de putas, con Martina y Penny

Pedro: Esto se pone interesante.

Santiago: Pero como lo haríamos?

Federico: En que consisitiría?

Esteban: Con el permiso del Negro, creo que intercambiariamos de putas y ...

Genaro: Sabes que no me gusta compartir a Martina...

Martina: No te pongas celoso mi amor.

Genaro: Pero contigo haría una excepción, ya que eres casi como de mi familia.

Federico: Y qué, los demás solo nos quedamos mirando?

César: Queremos algo de acción también

Esteban: Bueno propongo algo, ya que habría 6 mirones, los dividimos en dos grupos de 3 y ellos le darían de mamar a las putas. ¿Que te parece negro?

Genaro: Bueno, solo por hoy que estoy de buen humor y porque sé que ganaré, estoy de acuerdo, pero muchachos no se propasen con Martina, solo usará su boca.

Julio: Entonces cuales serían las reglas finales?

Esteban: Mientras el negro y yo nos culeamos a las putas, ustedes se corren en su boca, así al final deben estar bañadas de leche por toda la cara y con el culo bien abierto. La que haga venir más rápido a todos, será ...

... declarada la reina puta de la playa.

Penny: Y ni siquiera nos piden la opinión a nosotras?

Genaro: Ustedes se mueren por las vergas así que obedezcan calladitas.

Pedro: Hagamos los grupos. Yo quiero con Martina.

Mauricio: Yo con Penny

Julio: César y yo con Penny también.

Federico: Entonces Santiago y yo con Martina.

Esteban: Entonces señoritas muevan su culo y preparense.

Martina y yo nos pusimos en el medio y nos desnudamos por completo, los senos de Martina le colgaban, pero pude ver su pequeño peno inerte entre sus piernas, ambas nos recostamos encima de unas toallas, el negro Genaro me acarició las nalgas y me dio un par de nalgadas fuertes, cuando se quitó la ropa de baño pude ver su enorme verga negra, era gruesa , en mis adentros pensé que eso no me cabería.

Esteban: Ponle harta saliva, para que no me la malogres..

Genaro :Felizmente los condones que compre tienen lubricantes

Entonces nos pusimos en cuatro una al lado de la otra y nos comenzaron a penetrar, cuando estaba acostumbrándome al dolor, levanté la vista y vi la verga de Mauricio erguida que buscaba mi boca, me la metí mientras gemía, eche un vistazo a mi costado y Esteban cachaba a Martina mientras ella mamaba la verga de Santiago, quien rápidamente eyaculaba en su boca, Mauricio se tardaba mucho, y el negro me culeaba lentamente, creía que perdería, mientras Martina ya tenía la pinga de Federico en la boca y al cabo de dos minutos tambien terminaba en su boca, me concentré más ...