Los cacheros y yo (III) - Relatos Eróticos

Los cacheros y yo (III)

... en la verga de Mauricio y con un dedo estimulé su prostata y terminó en mi boca luego de dar un gemido fuerte, ahora Julio ocupaba su lugar, era una pichula pequeña, así que jugue con ella en mi boca, me la tragué facilmente y y felizmente terminó en 3 minutos., ahora Martina y yo estabamos empatadas, yo con la verga de César en mi boca y la del negro dandome ahora más fuerte por el culo y ella con la de Pedro en la boca y la de Esteban por su hueco trasero, miré a mi macho disfrutar de ese culo y me dio celos decidí moverme más rápido mis nalgas y la verga del negro entraba más profundamente y de pronto siento como empieza a latir en mi interior y mi boca comienza a llenarse de semen, los dos habían terminado casi a la vez y yo le había ganado a Martina, me sentía orgullosa, mientras todos aplaudían y me decían que era una gran puta, la reina puta de la playa.

Luego del sexo en la playa decidimos descansar y me quedé dormida al lado de mi cachero Esteban, pasado un tiempo siento que una mano me acaricia la mejilla, abro los ojos y reconozco a Mauricio, él me hace señas para que lo siga, sigilosamente lo acompaño, veo a todos alrededor durmiendo, Mauricio me toma de la mano y me lleva unas rocas algo alejadas:

-Quiero cacharte, Penny. -Me dice mientras me besa y abraza.

-Oye, pero Esteban no me ha dado permiso. -le contesto susurrando a su oído.

-No importa no se va a dar cuenta, está borracho y cansado, no creo que despierte pronto. - me acaricia las nalgas y ...

... me besa las pezones.

-¿Pero tienes condón? Porque creo que se acabaron.

-No importa, te quiero sentir calientita en mi pinga. - Mauricio me volteó e hizo que me apoyara en las rocas.

-Ay no sé - yo ya estaba excitada.

-Te voy a dejar preñadita, bien rica Penny. -el gordo empezó a buscar mi hueco con sus manos.

-Yo no sé..

Cuando estaba por ceder de pronto siento unos pasos y reconozco a Esteban que venía hacia nosotros.

-Te quieres cachar a mi puta sin permiso, gordo de mierda - dijo enfurecido.

No le dio tiempo a responder y ambos comenzaron a golpear, el Sol empezaba a salir en el horizonte y los demás despertaron y los animaban a pelear. Yo me hice a un costado quería buscar mis anteojos y algo con que vestirme, pero el negro Genaro me detuvo.

-Mira lo que provocas puta por tener el hueco caliente! - me dijo riendose.

Yo quería soltarme cuando oigo unos pitidos: era la policía, al parecer se dieron cuenta del escándalo y venían a detenernos, todos corrimos como pudimos, pero yo tuve que buscar algo con que cubrirme y no pude escapar, los policías me agarraron en la confusión y así desnudo me llevaron al coche policial donde minutos después trajeron a Pedro también, al parecer estaba muy borracho y no pudo escapar como los demás, así nos llevaron a la comisaría. Yo intentaba taparme con mis manos, pero los policías se burlaban y decían que me darían un buen escarmiento por andar perturbando la moral y buenas costumbres.

-Y ésta mariquita? - ...