1. Doctor Luc (Segunda Parte: Follar)


    Fecha: 01/07/2017, Categorías: Gays Autor: Soy NEIL, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca, me comió la mía, me perdí en su bigote y en su pecho, bajé a su abdomen y llegué nuevamente a su gran pene, era un pene delicioso, me llenaba la boca, sentía el pelo de sus testículos y baje a ellos, eran grandes y masivos, como todo él, aquellos huevotes sabían al paraíso terrenal. Primero me metía uno en la boca y luego el otro; intenté meterme los dos al mismo tiempo, pero era difícil ya que eran demasiado grandes, sin embargo, lo logré. Lo miré a la cara mientras me comía sus testículos y él seguía con su cara de hombre malo y tierno a la vez, con su mirada masculina y su ceja alzada, esas obvias ganas de penetrarme el culo y aquel placer tan grande que ambos sentíamos. Le escupí la verga nuevamente y se la seguí comiendo, que verga tan preciosa, toda del mismo color de su piel, esa piel color canela que me tenía loco. Seguí jugando con su pecho mientras me comía su miembro y miraba su cara hermosa, con aquel bigote tan estilizado que ahora se veía despeinado por el salvajismo de nuestros besos y su ceja izquierda alzada, era tan masculino, todo un macho, mi sueño hecho realidad.
    
    Entonces se levanto y me puso en cuatro patas apoyado en el sillón y ahí fue cuando me di cuenta que lo mejor no había comenzado, puso su lengua en mi ano y la sensación de su bigote masivo acariciando mi culo se sintió como electricidad y yo quería morir electrocutado por este hombre. Su bigote era una brocha, era la gloria, era tan delicioso que no tuve ninguna inhibición, mi ano ...
    ... estaba ahí, disponible para que él lo usara como le diera la gana hasta quedar satisfecho. Él me masturbaba el pene mientras me comía el culo y yo podía sentir también aquella cadena que le colgaba en el cuello, que me volvía loco y que ahora también me acariciaba el culo. Luc movía su dedo pulgar desde mi perineo hasta mi ano y viceversa -y aveces introduciendo el dedo en mi ano- mientras ahora masturbaba su pene, estaba erecto a totalidad, con la verga dura como una piedra, el Doctor Luc estaba listo para entrar en mí. Nunca hablamos quién iba a ser el pasivo y el activo, y yo la mayoría de las veces era activo, pero entre Luc y yo siempre estuvo claro, sin que se dijera, que él me iba a penetrar la vida entera.
    
    Puso su pene entre mis gluteos y empezó a balancearse de atrás hacia adelante acariciando mi trasero con la bestia, le tomé la pierna derecha desesperado halando hacia mí y él se movió tal perro follando mientras abrazaba mi pecho desde atrás y seguía presionando su pene contra mis gluteos, se sentía firme, estaba erecto a reventar. Él seguía casi en silencio, solo decía “oh sí” escasas veces, pero yo gemía de placer y ahora más, aquel hombre tan perfecto iba a entrar en mí.
    
    Finalmente se puso un condón y entró, si estimularme mucho el ano y sin lubricante. Su pene era tan masivo que innegablemente me dolía, pero no me importaba, ese hombre era masivo para mí, brutal, brusco, y un poco de dolor era placentero. Yo quería que una bestia me penetrara y finalmente lo ...
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