1. ¡Qué bueno es mojar!


    Fecha: 25/04/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... había puesto preservativo, pero no me hacía caso.
    Estoy loca por ti- me dijo.
    Gemíamos muy alto. Y suspirábamos. Ella cada vez iba más rápido.
    -	Quiero que te corras, quiero que te corras- me decía.
    Yo por un lado no quería dejarla embarazada, pero por el otro quería explotar dentro. Ella se corría varias veces, Aguante lo que pude, minutos largos, hasta que solté todo. Los dos gritamos. Y quedamos abatidos por el cansancio.
    Me marché. Su pareja todavía no había llegado.
    Luego tuve miedo de lo que había hecho. Podía tener un hijo con esa odiosa chica. Así me envicié porque el orgasmo fue intensísimo.
    Algunos días después recibí una llamada de teléfono de Alicia una chica muy jovencita de veintipocos. Muy atractiva y delgadita. Con bastante personalidad. Me había acostado con ella alguna vez. Me pidió que nos viésemos para estar juntos. Nunca me imaginé, que aquella chica tan modosa fuese así. Tendría sus razones.
    Al día siguiente vino a mi casa. Pensaba hacerle lo mismo que Jennifer. Primero devorar su cuerpo y después ya sin defensas penetrarla echándole todo dentro. Sin preservativos.
    Vi cómo se desnudaba. Su cuerpo delgadito y sus tetitas. Le comí la boca, chupé sus dientes, sus hombros, su cuerpo, le lamía la cara. Me moría por sus pechitos. Pasaba los dientes y la lengua por sus pezones. Fui bajando. Le lamí los muslos. Estaba empapada. Le lamí el clítoris. Y metí mi lengua en su vagina. Le di la vuelta y hurgué con mi lengua en su culo. Ella no dejaba de tener ...
    ... orgasmos, jadear y gritar.
    Le dije lo que iba a hacer. Que la penetraría y soltaría todo dentro. Ella no ofrecía resistencia. Sólo gimoteaba. Después del tute de lengua y babas que le había dado. Se la fui metiendo poco a poco. Ella quiso oponerse, pero no podía. Me moví encima despacio y poco a poco más rápido. Ella aullaba de placer.  Le metí con fuerza. Dentro y dentro. Apretando.  No tardé mucho en eyacular y los dos gritamos a la vez por el placer que sentíamos.
    Me quedé abrazado a ella.
    Semanas después estaba ya enviciado y quería seguir con el jueguecito.  Estaba en el trabajo y salí fuera a hablar con mi prima que también era empleada. Éramos amantes incestuosos. Le propuse que quedásemos para el sexo y que esta vez sin protección, porque podía ser maravilloso.
    -	No te lo consiento- me dijo.
    El resto de la tarde la pasé pensando en cómo convencerla.
    Le dije al día siguiente que a cambio le presentaría a una amiga conociendo sus inclinaciones lésbicas.
    Fui a hablar con Marisa. Una mujer de 40 años, rubia y muy sexy. Ni mi prima ni ésta son dos bellezas que te quitan el hipo. Pero te ponen cachondo. Le dije A Marisa como otras veces que se entregará a mí o la chantajearía y sabría la gente sus secretos más íntimos. También era bisexual así que aceptó de muy buen grado.
    Las llevé a mi casa. Allí comenzaron a besarse y a desvestirse. Se tiraron la una a la otra. Ya cuando se desnudaron tomó la iniciativa Marisa que pasaba la lengua por todas partes de su cuerpo. ...