¡Qué bueno es mojar! - Relatos Eróticos

¡Qué bueno es mojar!

... levanté y me metí en su cama. Estaba completamente desnuda. Me puse a comerle el coño, chupándoselo con maestría. Que chillidos pegaba.
-	Nunca había sentido nada así antes- me decía.

-	Espera que te la chupe- me dijo.
Así agachada y yo de pie se puso a chupármela con una maestría que me llevaba casi al orgasmo
Ya con mi polla dura me la senté encima dándome la espalda mientras le acariciaba el clítoris. Así follando quería aguantar para sacar nota. Era una locura. Que delicioso perfume llevaba. Una chica tan rubia y blanca de piel. Emitía grititos. Agarraba sus tetas. Y la punta de los pezones.
-	No, no te corras dentro- me dijo.
Podía haberle hecho caso, pero lo eché todo dentro. Al tiempo que ella tenía espasmos. Fue delicioso aquel orgasmo compartido.
Si se entera su madre me mata.