1. Culos de macho. Alexis I


    Fecha: 02/05/2020, Categorías: Fetichismo Tus Relatos Autor: Omar Camarillo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mecos sobre mí, descontroladamente. Un poco cayó en mis ojos, otro poco en mi nariz, otro poco en mi boca. Otro poco en mi ropa. 
    
    —Ahh… Ahí tienes, puta. Ya terminé. Me voy a dormir. 
    
    Él quería ir por papel para limpiarse el semen de la verga, pero yo tenía una mejor idea. Le dije que se limpiara con sus bóxers y que me los dejara en casa. Yo quería tener ese trofeo de sus mecos secos y olorosos en su prenda interior. Le dije que al día siguiente se fuera sin bóxers, y que me los dejara para recordarlo. 
    
    —Eres una puta. Ten pues—se limpió a la rápida los mecos, y me aventó los bóxers en la cara—Ya déjame dormir, dame una cama.
    —Ahí está la habitación, le dije. 
    —Te tienes que venir conmigo. Hoy vas a dormir oliéndome el culo toda la noche. ¿Querías culo, no? Pues lo vas a tener. 
    
    Sus palabras me llenaron de felicidad. Él lo hacía para joderme, pero yo era feliz. Me pasé la noche con mi cabeza entre sus piernas, disfrutando de su aroma durante horas, y de su sudor nocturno de culo. Se acostaba sobre mí, me apretaba con las piernas, me aventaba pedos a la cara, de ...
    ... vez en cuando me restregaba su verga medio parada, etc. Fue una noche fenomenal. Yo amé el calor de su culo. 
    
    A la mañana siguiente, él despertó mientras yo dormía. Me escupió en la cara y me dijo, “ya me voy, puta, dame mi dinero”. Yo me desperté con la humedad y el olor amargo de su saliba en mi cara. Sin limpiarme, le di su dinero. No desaproveché esa líquido de su boca: delante de él, tomé con mis dedos su saliba desde mi cara, la puse en mis pezones y los comencé a sobar esparciendo su líquido sobre ellos. Se me paró rapidísimo. Él se quedó sin saber qué hacer, con una cara de extrañeza, pero entendiendo el juego. 
    
    —Eres una puta. 
    
    Sin decir más, se fue. Yo me la jalé oliendo su saliba y los bóxers llenos de mecos secos, mientras recordaba el aroma de su culo. 
    
    Pasaron algunos días sin que tuviera contacto con él. Seguramente tenía cruda moral o algo así. Pero un buen día, semanas después, recibí un what´s app de él. Así, apenas comenzó la historia de guarradas con Alexis, que él hacía para mí mientras yo lo mantenía y le pagaba sexo y drogas. 
    
    
    (Continuará). 
«12345»