1. Una pelea entre amigos


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Una pelea entre amigos
    
    Voy a contarles mi primer encuentro sexual con un amigo. Hasta ese momento yo no había tenido ninguna relación sexual con hombres, por lo que aquello era para mí toda una novedad. Mi amigo se llama Ernesto. Por esas fechas estudiábamos los dos la misma carrera, y además vivíamos en la misma residencia universitaria. A Ernesto lo conocí en la residencia. Era una persona reservada, pero muy juerguista. Poco tardamos en conocernos y disfrutar de nuestra amistad. Pero, a pesar de todo, él era un poco reservado. Ese distanciamiento que él quería mantener fue algo que me alentó a acercarme más a él y ganarme su amistad, sin embargo, nunca esperé que la cosa llegase tan lejos. Por esa época, yo tenía 21 años y él 22. Era un año mayor que yo, porque había repetido un curso. Él es moreno, mide algo más de metro ochenta, y es bastante fuerte. Pelo rizado, piel morena y una constitución bastante fuerte. Por aquel entonces, yo tenía 21 años, era rubio y muy delgadito. Cómo os decía, a Ernesto le iba mucho la fiesta. Solía salir de juerga hasta altas horas de la noche, aunque cuando llegaban los exámenes se encerraba en la residencia a estudiar.
    
    Por las noches solía ligar mucho, por lo que en más de una ocasión se hablaba de tal o cual chica que salía de su habitación tras una noche de juerga. En esas noches de estudio coincidíamos Ernesto y yo. Él tenía habitación individual, mientras que yo vivía en una doble con un chico que en las épocas de exámenes se ...
    ... iba al piso de su novia. En esas noches de estudio, Ernesto prefería no estar solo y venía a mi habitación para estudiar toda la noche. Lo cierto es que no solíamos aguantar toda la noche despiertos, por lo que al final acabábamos durmiendo los dos en mi habitación, eso sí, yo en mi cama y Ernesto en la de mi compañero.Fue en esa época en la que Ernesto y yo acabamos trabando una gran amistad y confianza. Eran noches de confidencias, de juegos, y de pasarlo bien más que de estudiar. Solíamos empezar la noche estudiando en el escritorio, pero a medida que pasaba la noche y se "acababan" las ganas de estudiar, comenzábamos un juego que casi siempre acababa igual: en la cama y con la polla tiesa. Cuando nos cansábamos de estudiar nos poníamos el pijama y nos metíamos en la cama con los libros, por esto de repasar. Era una excusa. En ese momento empezábamos un juego del que disfrutábamos los dos. Comenzábamos a "putearnos" mutuamente, nos peleábamos, primero verbalmente, y después físicamente, cuando uno de los dos abandonaba su cama y se abalanzaba encima del otro para ver quién podía más. Generalmente era él el que podía más que yo, y acababa inmovilizándome en mi propia cama. Tenía que "rendirme" para que me soltara, reconociendo que era más fuerte que yo. Ernesto disfrutaba mucho agarrándome por las muñecas y sentándose encima de mí para mostrar su superioridad. Yo también disfrutaba, y por eso primero peleaba un poco para que nuestros cuerpos se rozasen en un cuerpo a cuerpo ...
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