1. Descubierto por el zapatero de mi calle, mientras me daban por el culo, parte 2.


    Fecha: 03/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... zapatero, se despelotaba al igual que estaba yo, quitándose por completo toda la ropa.
    
       Una vez estuvimos los 2 desnudos por completo, volvió a abrazarme, diciéndome que me agachara y le chupara la polla. Anda, métela en la boca y chúpala un poco, me decía empujándome con sus manos puestas en mis hombros.
    
       Me agaché sujetándome a sus piernas, y llevando una de mis manos a aquel rabo que se mostraba totalmente erguido delante mía, empecé a meterme el rabo de mi vecino el zapatero en la boca, empezando a chupárselo.
    
       ¡Ohhh mi niño! Suspiraba él colocando sus manos en mi cabeza sujetándola mientras impulsaba su pelvis, introduciéndome su falo en la boca.
       Así, así, abre bien la boquita, ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto mi niño! Decía mi vecino el zapatero, sujetándome la cabeza e impulsando su pelvis introduciéndome su verga en la boca.
      
       Yo abriendo todo lo que podía la boca, tragaba su rabo sujetándome a sus piernas, dándome arcadas cada vez que la punta de su polla tocaba mi campanilla, haciéndome abrir en arcadas. La bilis me salía por la comisura de mis labios y los ojos me lloraban, cada vez que impulsaba su pelvis haciéndome tragar su falo.
       Dios, la baba saliendo por la comisura de mis labios, iba resbalando por mi cara, cayendo por el suelo y mojando sus pelotas, cada vez que estas golpeaban mi cara, con cada impulso que daba a su pelvis, introduciéndome aquel rabo largo y curvado en mi boca. 
    
       Después de un buen rato en el que me ...
    ... tuvo haciéndole chupar la polla, levantándome por los brazos, me llevó hacia donde tenía la larga mesada donde reparaba los zapatos, y después de separar lo que había sobre ella, puso estirando sobre ella una especie de esterilla, haciéndome tumbar boca arriba. 
    
       Así, así mi niño, ponte aquí. Así, túmbate así, me decía echándome de espaldas sobre aquella larga mesada.
    
       Una vez me hubo tumbado boca arriba, sujetándome las piernas con sus manos, las abrió a la vez que las levantaba colocándolas sobre sus hombros, dejándome totalmente abierto de piernas, quedando mi culo, polla y genitales, expuestos y exhibidos a su entera disposición, listo y preparado para ser sodomizado. 
    
       Pegado al borde de la larga mesada, me arrimó más a él, y colocando la punta de su verga en la entrada a mi ano, empezó a introducirme su polla poco a poco haciendo que mi esfínter se fuese abriendo, mientras iba introduciendo toda su hombría dentro de mí. 
    
       ¡Ohhh! ¡ooohhh ohhh! Gemía yo notando como su virilidad, iba penetrando en mí, abriendo mi culo introduciéndose en él, hasta los mismísimos cojones. 
    
       Cuando sus pelotas pegaron en la entrada de mi ano, colocándose mejor, y dejando su polla totalmente metida en mi culo, dijo: 
       Ya mi niño, ya la tienes toda dentro, ¡ah que gusto! ¡ah que culito, dios! ¡ay que gusto, ay que gusto! Suspiraba con su polla dentro mía, a la vez que se inclinaba echándose sobre mí, llevando sus manos a mis pezones empezando a pellizcarlos y ...
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