1. EL ORGASMO MAS IMPORTANTE DE MI VIDA


    Fecha: 04/05/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Mariana, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... pijama, única prenda que cubría su desnudez, era la única barrera que quedaba entre mi sexo, palpitante y encendido, y el suyo aún en calma. 
    Estaba tan pegada a él que sentía, apoyado en mi pelvis, un bulto sin ninguna rigidez pero de un tamaño considerable.
    Su brazo derecho, al ponerse de costado para acariciarme la cabeza con el izquierdo,  había quedado junto con mi brazo izquierdo apretado entre los dos cuerpos y la cama. Lentamente tome su mano con la mía y nuestros dedos se entrelazaron. Casi instintivamente acerque esa unión a mi sexo. Los labios de mi vulva sintieron el contacto con el dorso de su mano.
    Al sentir la humedad de mis labios vaginales Gustavo hizo un intento de sacar la mano. Con fuerza apreté los dedos para evitarlo y acerque aún mas mi sexo para que el contacto fuera fuerte y pleno.
    -. Mariana... es conveniente que te mudes a tu...- comenzó a decir papá. Se interrumpió de inmediato para evitar un problema mayor.
    Cuando empezó a hablar, en la total oscuridad de la tormentosa noche, puse mis labios a escasos milímetros de su boca. Mi ya agitada respiración, producto de la excitación que me transmitía el frotar con desesperación el dorso de su  mano por mi clítoris, le dió la clara señal de que si seguía hablando... yo lo besaría en la boca sin remedio.
    Cerró, como sellándolos, sus labios e intentó darse vuelta para darme la espalda. En una rápida y esforzada maniobra lo obligue a volver lo poco que había logrado y levantando mi pierna derecha la ...
    ... pase por sobre su cintura para evitar que volviera a intentarlo. Era una lucha sorda... en silencio absoluto, solo quebrado por mis jadeos ya no contenidos y por los truenos de la tormenta que arreciaba afuera.
    Al tener la pierna levantada mi sexo se abrió y el dorso de su mano ahora tenía un contacto directo y pleno con mi vulva. Mi clítoris desencadeno un orgasmo que, por primera vez en mi vida en contacto de piel con un hombre, me sacudía en espasmos que me hacían sentir que estaba tocando el cielo con las manos.
    Gustavo aprovecho para, refunfuñando un reto contenido, abandonar la posición y detener lo que estaba ocurriendo. Haciendo uso de mis habilidades gimnásticas cuando intento darse vuelta lo acompañe enganchada con mi pierna y mi brazo y evite que terminara de darse vuelta. Quedo acostado de espaldas con mi cuerpo montado sobre el suyo. Al pegar mi sexo a su cuerpo sentí que él ya no era el mismo de un rato antes. Plegado contra su pelvis, y apretado con mi sexo, una dureza me hacía enloquecer de lujuria.
    En la oscuridad, él trato de tomar con sus dos manos mi torso para sacarme de encima suyo. Sus manos fueron a parar, por debajo del camisolín, directamente a mis tetas. En ese momento volvió la luz y el velador, que había quedado prendido, iluminó la escena produciendo una especie de cámara detenida, por la sorpresa.
    La escena era sumamente erotizante y de un morbo que me volvió loca. Gustavo como encandilado con los ojos bien abiertos miraba con desorientación ...
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