1. EL ORGASMO MAS IMPORTANTE DE MI VIDA


    Fecha: 04/05/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Mariana, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mi cara y mi cuerpo. Mi largo cabello rubio, enmarañado y salvaje, caía sobre su cara. Mis ojos, húmedos de lujuria y desesperación, miraban su boca como el fruto prohibido que estaba a punto de comer. Mi pelvis, con vida propia y descontrolada, frotaba por sobre la empapada tela de su pijamas, esa estaca corta y gruesísima que me llevaba aceleradamente a un nuevo orgasmo. Sus manos en mis pechos, que en un primer momento empujaban hacia arriba para sacarme, ahora habían quedado quietas y mis pezones, duros y supersensibilizados, comenzaron a sentir una sutil y leve caricia que iba en aumento.
    La mirada extraviada de Gustavo y su cabeza haciendo el movimiento de la negación no eran suficientes para detener en huracán de sexo que se acaba de desatar.
    -. No lo hagas mas difícil, Gustavo... te necesito... sos la persona que mas quiero y en quien mas confío... no me falles... yo no te voy a fallar.
    -. Pero... Mariana... es que ...- no lo deje terminar. Mi lengua se introdujo en su boca como una bala. Intento rechazarme pero mis manos tomaron  su cara y la presión de mi sexo sobre el suyo aumentó... finalmente sentí su lengua penetrar en mi boca y el sabor de su boca condimentar el tremendo orgasmo que estaba volcando desde dentro de mi volcánico cuerpo.
    Cuando me pude recomponer de semejante temblor descontrolado sentí que Gustavo ya no oponía resistencia a mi posición sobre él. Levante mi cuerpo y me senté sobre su pelvis... la sensación de sentir su sexo durísimo contra ...
    ... el mío aún hoy es indescriptible. Mirándolo con morbo y lujuria saque por sobre mi cabeza el camisolín que me molestaba. Me erotizó aún mas el ver con la avidez que miraba mis soberbias tetas que se bamboleaban por el vaivén de mis caderas que yo no lograba controlar. Tome una de mis tetas con mi mano y agachándome se la ofrecí a escasos milímetros de su boca. Miraba mi erecto pezón y su inflamada aureola como un bebé hambriento. Comencé a rozar sus labios con mi afiebrado pezón y sus manos en mi espalda lo ayudaron a meterse de golpe todo lo que entraba de mi teta en su boca.
    Chupaba alternadamente mis pezones con un ansia y maestría que logró que el fuego que consumía mis entrañas entre mis piernas se trasladara como un reguero de pólvora a mi pecho. Dos golpes instintivos de su cintura presionaron aún mas mi clítoris y escuchando mis propios gritos y jadeos acabe nuevamente en un orgasmo que ya no sabía de donde salía.
    Mis movimientos de coito sobre su verga ya totalmente parada habían corrido hacia abajo el elástico del pantalón de su pijama. Ahora los labios de mi vulva estaban frotando directamente sobre su verga desnuda...  mis reiterados orgasmos habían transformado toda esa zona en un mar de flujo en el que resbalaban hasta mis piernas por sobre los laterales de su cadera.
    Tomando con mis manos su cabeza la saque de entre mis tetas y mirándolo a la cara, loca de deseos y de pasión, le dije:
    -. Quiero ser tuya... quiero sentirme tuya... penetrame por favor, papito ...
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