DANIELA, UN NUEVO DESPERTAR - Relatos Eróticos

DANIELA, UN NUEVO DESPERTAR

No sé qué hora era cuando comencé a despertar con Daniela abrazada a mí, su mano izquierda sobre mi pecho y su pierna sobre las mías. Si no fuera porque al despertar mi princesa estaba ahí conmigo, hubiera pensado que todo había sido un sueño. Con mi brazo derecho debajo de su cuello y mi mano en su espalda comencé a acariciársela despacio de arriba abajo, casi hasta llegar a sus nalgas. Entonces comenzó a despertar poco a poco. 
-¡Hola dormilona!- Le dije mientras le daba un beso en la frente.
-¡Hola papi!- Me saluda dándome un beso los labios al cual correspondí.
Su mano me acaricio el pecho despacio, bajando hasta mi abdomen. Mientras mi hombría comenzaba a ponerse dura y levantaba la sabana. Daniela se dio cuenta y la miro por unos instantes, luego me miro y me sonrió. 
-¡Qué bonito que te hayas dormido conmigo papi!- Me dice. 
-¿Si? ¿Por qué?- Le pregunto y me sonríe.
-¡Porque me gustó mucho lo de anoche!- Me contesta mientras como gatita se talla contra mí. 
Sigue acariciando mi pecho y mi abdomen, luego se estira para darme otro beso en los labios, solo que ahora se queda ahí por varios segundo, me toma del rostro con sus manitas y la jalo hacia arriba de mí y ella acomoda sus piernas separadas a los lados al sentir mi trozo de carne que ya esta dura y erecta, solo presionándose contra su caliente frutita. 
Con sus manitas sobre mi pecho me mira con ternura. 
Hago palpitar mi trozo de carne que presiona su frutita y Daniela sonríe -¡Papi!
-¿Qué pasa ...

... princesa?- Le pregunto.
Ella mueve sus caderas hacia abajo y junta sus muslos, apretando un poco mi trozo de carne. Luego mueve sus caderas de abajo hacia arriba como lo había hecho en la noche.
-¡Eres muy travieso niño, te voy a castigar!- Me dice entre sonrisas y apretando un poco mi nariz con su mano derecha.
-¿A si? ¿Y cómo me vas a castigar?- Le pregunto con cara de asustado.
-Me vas a dar besitos como anoche.- Me dice “muy seria”.
-¿Así como anoche?- Le pregunto.
-Sí, así como anoche.- Me contesta con firmeza.
-Mmmmmm bueno.- Le contesto al tiempo que la hago girar con mi cuerpo y la poso sobre la cama boca arriba y yo sobre ella, comienzo a besar su cuello y por un momento la risa de Daniela se escucha para luego transformarse en suaves suspiros.
Despacio bajo a su pecho, lamo el inicio de sus senos en círculos, primero el izquierdo hasta llegar a su pequeño y rosado pezón que chupo y doy una leve mordida. Paso al derecho y hago lo mismo mientras las manos de Daniela acarician mi cabeza.
Bajo por su abdomen, besándolo y lamiendo hasta llegar a su monte de venus donde un prolongado suspiro sale de los labios de mi princesa. Luego con la punta de la lengua recorro por su ingle derecha de arriba abajo una y otra vez mientras que separa las piernas Daniela, y sin tocar su rica frutita pasó a  su ingle izquierda donde hago lo mismo. Pero ella me jala hacia su rica fruta, sus manos me jalan hacia allá.
-¡Aquí papi, aquí!- Me dice entre jadeos.
La complazco y hundo mi boca ...