1. Ayudando a la nena


    Fecha: 05/05/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: AndCarrion, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... poco éxito mi short. No quería que Charito se diera cuenta de mi verga parada. Entré nuevamente al baño intentando cubrirme un poco la entrepierna con las manos. 
    Ella se quitó la toalla de encima, dejándome ver su cuerpecito pequeño, pero nada mal desarrollado: sus pechitos ya empezaban a notarse y el culito era oerfecto, carnoso y redondito, además de tener caderas anchas. Entramos a la ducha, ambos nos mojábamos. Extendió su mano derecha con el jabón en ella, ofreciéndomelo. Tomé el jabón y empecé el "trabajo".
    Primero la frotaba con el jabón mismo, pero luego con mis propias manos enjabonadas. Empecé suavemente por sus hombros, como masajeando. Ella estaba de espaldas.
    Luego bajé por su espalda, a la altura de los omóplatos. El corazón me latía a mil. Tenía ganas de tocarla toda y podría hacerlo. Pero no quería espantarla. 
    Suavemente pasé de su espalda a su pecho, pegando mis pectorales a su espalda. Me entretuve un poco en sus pequeños pezones. Ella no decía nada, no daba ninguna señal de incomodidad ni nada por el estilo. Me miró por encima del hombro, pero no mostraba temor. 
    -Charito, te importaría si me quito la ropa yo también? Quiero aprovechar y bañarme.
    -No hay problema -dijo, girando para mirarme.
    Me quité el short y el bóxer de un solo movimiento, y mi verga salió erguida como si hubiera soltado un resorte. Ella se quedó mirando mi verga un momento.
    -Es grande- me dijo.
    -Te parece?
    -Se ve grande. Nunca he visto un pene antes.
    -Qué bueno que te ...
    ... guste-le dije, esperando una respuesta. No dijo nada y se volteó para que siga frotando su cuerpecito.
    Seguí un momento más en sus pechitos y luego fui bajando hacia su vagina. Apenas pude tocarla y ambos nos estremecimos. Empecé a frotarla con un dedo y luego otro más.
    Mientras tanto sentí mi verga apoyándose en su espalda. Traté de inclinarme un poco para poder rozar sus nalgas. Ella me permitía, hasta ese momento, todo. 
    La giré y le pedí levantar un poco la pierna izquierda y apoyarla en mi muslo derecho. Así lo hizo.
    En esa posición pude frotar mejor su vagina. Quería dejarla limpiecita por si me dejaba lamerla.
    Luego le pedí que se gire y se agache. También lo hizo. 
    -Voy a lavarte el culito. No te vayas a asustar-le dije, preparándola para mis caricias.
    Ella solo asintió. En esa posición no sólo podía ver sus deliciosas nalgas; también se veía su ano cerradito. Empecé a frotar su anito con un dedo, luego con dos. Con la otra mano seguía frotando su vagina. Con todo eso mi verga estaba ya demasiado dura. Cuando se acostumbró a los dos dedos frotando su ano, le puse mi verga. No sé si sintió la diferencia, pero no dijo nada. 
    Tuve una idea...
    -Charito, voy a lavarte bien la vagina. Te vas a subir a mis hombros y yo te voy a lavar. Tú tranquila, sí?
    -Eso es raro, pero suena divertido-dijo la nena sin saber que estaba a punto de recibir su primer oral (asumo yo).
    La monté en mis hombros y puse su coñito rosado y cerradito justo delante mío. Le reiteré que no tema y ...