1. Mi primer amor: una masoquista


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... te contuviste
    
    —Un poco —admití, pero sólo en algunos momentos, puesto que en otros si me dejé ir y sentí que me había pasado
    
    —Pues no te contengas —me instó feliz— de todas formas, no creo que te pases conmigo y si lo haces ya me lo repondrás de otras maneras
    
    —¿Cómo cuáles? —pregunté con una sonrisa en los labios
    
    —No lo sé, pero espero averiguarlo —dijo con una pregunta claramente establecida
    
    —Quiero que seas mi puta
    
    —No —sentenció con rotundidad
    
    —Acabas de serlo —objeté
    
    —Ya lo sé
    
    —¿Entonces? —pregunté
    
    —No quiero ser tu puta —reiteró con verdadera decisión y una expresión que me confundía, pues estaba sonriendo
    
    —No entiendo
    
    —En primer lugar, Pablo —me dijo un tanto impaciente— no quiero ser SÓLO tu puta y espero que ésta no sea un pinche acostón de sólo una noche
    
    —Oh, por supuesto que no —le dije tranquilizándola y entendiendo— Después de todo lo que nos hemos dicho a lo largo de los años y después de lo de hoy… ¿Cómo crees que me voy a ir y dejar semejante joya? Te quiero a mi lado.
    
    —¿Crees que soy una joya? —me preguntó sonriendo nuevamente
    
    —Mucho más que eso. Si antes estaba enamorado de ti, ahora lo estoy más —le aseguré y la atraje más cerca de mí— Hace mucho que no disfrutaba así del sexo con alguien. Y quiero seguir disfrutándolo
    
    —Yo tampoco —combino y me besó. Tiernamente, dulce, con amor.
    
    —Además, tú también puedes hacerme lo que quieras —le aseguré— Absolutamente lo que sea
    
    —Ajá si, como no —soltó ...
    ... incrédula
    
    —En reciprocidad, yo me comprometo a ser tu puto
    
    —Eso suena mal —dijo riendo, aunque aun acariciándome y mirándome a los ojos
    
    —Ya lo sé, pero quiero que entiendas que esto es completamente recíproco —le expliqué— Lo que yo te haga a ti, tú lo puedes hacer conmigo. Absolutamente todo y más
    
    —Lo dudo —volvió a decir
    
    —Es en serio —le aseguré de nuevo— Mujer, tú puedes violarme si quieres o si prefieres que cambiemos de rol, también estaría feliz de hacerlo.
    
    —¿Neta? —preguntó sonriente, aunque con cierto recelo. Noté un brillo en su mirada.— ¿Me dejarías ser tu ama? ¿Torturarte, azotarte, humillarte?
    
    —Por supuesto. Nunca lo he hecho, pero la idea me atrae y quien mejor que tú para hacerlo.
    
    —No te creo
    
    —Es neta. De verdad. Soy enteramente tuyo —le aseveré con rotundidad —así que, ¿Qué me dices?
    
    —Si es sólo en la cama, sí —convino y me plantó un “Kiko”— A mí me tratas bien fuera de ella
    
    —Selene, me conoces perfectamente —le dije— ¿Crees de verdad que te trataría así fuera de la cama?
    
    —Nunca está de más asegurarse —me dijo sonriendo— Además, creo que ya te demostré que soy tu puta
    
    —¿Quieres ser mi novia? —le pregunté
    
    —Por supuesto que si
    
    Nos besamos nuevamente y aunque sentía que ella se retiraba, no se lo permitía, porque sus besos eran deliciosos. Podría estar pegado a sus labios siempre. Toda la vida, hasta que mi boca se quedase seca.
    
    —Selene, me quedan, como mucho dos erecciones más antes de que mi verga ya no pueda más. —le comenté ...