1. Mi primer amor: una masoquista


    Fecha: 26/11/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... rompiendo los besos que no habían cesado.— Tienes una vagina deliciosa mujer, pero quiero probar tu culo
    
    —Pues serás el primero —me dijo y yo no podía creer lo que mis oídos escuchaban.
    
    —¿No has cogido por el culo? —pregunté atónito ante semejante oportunidad
    
    —Mi novio, con el que hacía todo esto, lo intentó una vez —comentó con una tranquilidad pasmosa que me hizo enloquecer de placer— pero no lo logró.
    
    —Entonces, ¿eres virgen de ahí? —volví a preguntar, aun incrédulo de aquello
    
    —Si —me aseguró— pero si quieres lo dejamos para otra ocasión, porque no me preparé bien para eso
    
    —¿A qué te refieres? —inquirí, curioso
    
    —Pues que probablemente lo tengo sucio por dentro
    
    —¿Y?
    
    —¿No te molesta que me la metas y te salga llena de mierda? —preguntó con obviedad
    
    —Por supuesto que no
    
    —¿Y las enfermedades? ¿Todo lo que te puedes contagiar?
    
    —Selene, tu puedes cagarte en mi cara y yo sería feliz de comerme tu mierda —le espeté con plena seguridad para hacerle entender que estaba hablando en serio
    
    —Estás loco —me dijo alejándose de mí— ¡Qué asco!
    
    —¿Por qué? —Quise saber— Lo entiendo si fuese al revés…
    
    —Aun así —me soltó con cierta aberración
    
    —¿Eso quiere decir que no me vas a dejar cogerte por el culo? —pregunté un tanto ofendido por tan tonto pretexto. Si bien la coprofagia no me atraía tanto, en ese momento, estaba demasiado caliente, demasiado fuera de mí. Me encontraba terriblemente excitado
    
    —Claro que te voy a dejar, pero hoy no.
    
    —Ya ...
    ... te dije que no me molesta eso —aseveré y al ver que ella no cedía— es más, si no me crees, pues déjame limpiártelo con mi lengua
    
    —De verdad que estás enfermo —me dijo, pero podía percibir el conflicto dentro de ella. Al final, tras un par de minutos de meditación, me miró con una sonrisa— pero va
    
    —¿Va qué? —Pregunté— ¿Lo de coger o lo de limpiarte?
    
    —Lo que quieras Pablo —suspiró— lo que pinches quieras. Si me quieres coger, hazlo. Si me quieres limpiar, hazlo. Esta noche soy tuya. Haz lo que quieras conmigo. Ya te lo dije, tu ordena yo obedezco.
    
    —¿Sólo esta noche? —pregunté feliz
    
    —¡Ya cállate y vamos a coger! —me espetó sonriendo y me besó.
    
    Feliz de su disposición, me retiré de ella y me senté al borde de la cama. Le ordené levantarse y colocarse frente a mí. Besé su vientre y aspiré con embriaguez su delicioso olor. A hembra caliente. Amasaba sus nalgas mientras la cubría de besos. Le solté dos buenas nalgadas que, al parecer, no sintió.
    
    —Antes de cogerte por el culo, me muero por azotarte como se debe —le dije y la fui inclinando poco a poco hasta colocarla en la posición en que, hacía mucho tiempo, los padres castigaban a sus hijos por alguna travesura, con sus nalgas a mi disposición— Yo sé que te gustaría que tuviera una fusta o un látigo, pero yo prefiero hacerlo con la mano. Y voy a ser duro. ¿Está bien?
    
    —Deja de preguntar si puedes hacer algo o no —me espetó— ¿Qué parte del soy tuya no has entendido?
    
    —Nunca está de más asegurarse —le respondí ...