Logré cogerme al entrenador hetero musculoso macho alfa del gym en complicidad con otro de mis compañeros.
Fecha: 02/06/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... escuchamos a mi entrenador decir que no usáramos las regaderas, que si nos podíamos marchar ya. Yo me reí y mi compañero me pidió que fingiera que lo conocía, que afuera me explicaba. Lo cual, me desconcertó un poco, pero accedí. Nos terminamos de limpiar bien el sudor y la leche de nuestras vergas, guardamos bien nuestras cosas y ya caminamos hacia afuera de los baños para llegar a la puerta principal del gym, con nuestro aroma a sexo mezclado con nuestros perfumes. El entrenador ya tenía su pants y su playera esperando ser puesta, recargada en su hombro, teniendo todavía algunas marcas de nuestra leche en todo su pecho a pesar de que ya se había limpiado con su bóxer blanco. Mientras caminábamos, mi compañero me pidió que no dijera ni una palabra más que para despedirme y así lo hice.
El entrenador le dijo, —espero que con esto quede salda nuestra deuda—, a lo que mi compañero le respondió, —no lo sé, es una deuda bastante grande. Lo pensaré—. Lo que hizo que el entrenador se enojara un poco. Nos despedimos sin ningún inconveniente. Estrechando nuestras manos al irnos y sintiendo un apretón bastante grande por parte del entrenador. Afuera, mi compañero me pregunto que si traía coche, lo que le dije que si. Me dijo que nos subiéramos para aplicarme y así lo hicimos.
Dentro del auto me comenzó a contar que él ya tiene mucho tiempo viniendo a este gym. Trabaja como oficial de policía y por eso siempre viene de noche y se queda a entrenar hasta tarde. En una de esas ...
... noches, después de entrenar salió a su coche a traer algo y entró sin que el entrenador se diera cuenta, si, este mismo musculoso. Se dirigió al baño pues se había olvidado de meter una camisa que usaría esa noche pues tenía una cita con alguien. Cuando salió vio al entrenador por ahí, haciéndose pendejo, pero cuando entro no lo encontró por ningún lado, lo cual no se le hizo extraño y siguió con sus cosas. Fue al baño, tomo su ducha y se empezó a cambiar.
Cuando salió de los baños, vio al entrenador cogiendo con una jovencita menor de edad, lo cual, como policía estaba en el deber de detenerlo, pero la inteligencia o perversidad le hizo pensar otra cosa. Comenzó el protocolo de detención, diciéndole que era fulano de tal y mostró su placa. La niña se aterro y el instructor no supo que decir o que hacer. Les dio tiempo para que se vistieran y los subió a la patrulla. Su cerebro trabajo rápido, pues mientras se cambiaban ya estaba elaborando un ingenioso plan para poseer a aquel hombresote que tanto tiempo le había llamado la atención.
Primero fueron a dejar a la joven a su casa. Después, en el camino a la delegación, detuvo la patrulla en un parque oscuro y comenzó a charlar con el instructor, diciéndole cuál sería su suerte en la cárcel y cuantos años tendría que soportar aquello. Dejando aturdido a aquel hombre, derrotándolo mentalmente. El entrenador no quería que le pasara eso y preguntó si no había otra forma de solucionar la cosas. El policía dijo que si, pero no ...