1. Logré cogerme al entrenador hetero musculoso macho alfa del gym en complicidad con otro de mis compañeros.


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sinfonía de gemidos que los tres emitíamos. El entrenador había empezado a hacer movimientos como si me estuviera cogiendo por la boca, al mismo tiempo que se empinaba para adelante para dejar expuesto su culo y que mi compañero disfrutara aún más.
    
    Estuvimos así por algunos minutos, recorriendo por adelante y por atrás el cuerpo de aquel macho varonil. Cuando ambos nos encontrábamos besando su boca, el macho se giró para quedar en sentido contrario de como habíamos empezado a darle placer. A mi ahora me tocaba comerme las nalgas con mi lengua y a mi amigo ahora le tocaba atascarse con su verga. Yo me clave en esas nalgas musculosas, metiendo mi cara hasta adentro, lo más que podía. Ese culo se resistía a que yo lo lamiara pues sus nalgas apretaban mi lengua de tan grandota que las tenía, teniendo que usar mis manos para poder llegar a él. Lo tomaba de sus caderas para jalarlo hacia mi cara todo aquel tremendo culazo que no podía creer que me estaba comiendo. De pronto, sentí como esas nalgas se abrían aún más sin razón aparente y cuando me fijé, este macho se encontraba haciéndole sexo oral a mi compañero, dejando aún más a mi merced aquel hermoso culo. Estuvimos así por algunos minutos más, yo dándome placer con aquellas nalgas musculosas y mi compañero recibiendo placer con la boca del entrenador. 
    
    En un momento nos pusimos los tres de pie para besar aquella rica boca del hombre musculoso. Él nos dijo que no podíamos seguir haciendo esto, que él no era gay y que, ...
    ... por favor, nos detuviéramos. Mi compañero y yo nos miramos a los ojos y con una risa burlona obligamos al entrenador a ponerse de rodillas y seguir dándonos placer. Lo cual, aunque nos costó un poco, valió la pena forzar a aquel hombre a estar en cuclillas. Tenía dos vergas frente a él y no sabía por cual empezar. Intentaba meterse las dos al mismo tiempo, después se turnaba porque no le cupieron. Mi verga también era gruesa y un poco más larga que la del instructor. La de mi compañero era la más pequeña de los tres, pero tenía un grosor que no decepcionaba. Yo la tenía como de 19 cm, el instructor como de 17 y mi compañero como de 15. El instructor estaba comiéndose nuestras vergas mientras los dos nos besábamos. Estuvimos así, disfrutando de la boca del entrenador por algunos minutos más. 
    
     Pasado algunos minutos de estar así, nuestro entrenador nuevamente se alejó de nosotros con la verga parada y sin decir nada a donde está la típica pose de entrenamiento de levantamiento de pesas. Esta ves se sentó, se relajó un poco los músculos y se dispuso a entrenar. Pero había dejado a dos pervertidos adentro de su gym y obviamente a donde estaba el lo seguimos nosotros para acostarlo en el aparato y seguir disfrutando de su cuerpo. Mi compañero se comía su verga mientras yo le besaba la boca así acostadito y luego le ponía mi verga frente a su rostro dándole una mirada de —ya sabes que hacer—, lo cual, el entrenador entendía fácilmente. Después de un par de mamadas, puse mi culo ...
«12...678...11»