En el manantial. - Relatos Eróticos

En el manantial.

... hablaran con esa claridad, para mí siempre ha sido bueno hablar claro, sin tapujos ni vueltas inútiles. Claro que acepté, pero les pedí discreción, aunque la verdad no tendría caso pues parecía que ya todos sabían de mi gusto por los hombres, ya no había nada que ocultar, era solamente no hacer chisme del asunto.
Con la situación aclarada no había nada que esperar, hicimos un círculo de frente y yo me agandallé de la verga de ambos. Acariciándolas suavemente, sin ninguna prisa ni presión, seguimos platicando acerca de las impresionantes vergas que tenían. Respondiendo a mis preguntas me pusieron al tanto de sus armas. Jacinto nos platicó que desde niño lo ha tenido grande y siempre le colgaba. Que algún bicho le picó en la parte superior de su pene, nos enseñó una cicatriz ovalada, que en la parte de la picadura, que se le hizo una llaga grande y expuesta, que se le notaba la carne y le supuraba, que todo el pene se le hinchó y que se puso muy mal, hasta que lo llevaron al pueblo con un doctor que lo estuvo inyectando y curando la herida, que cuando se le bajó lo inflamado, notó que se le estaba deformando, que lo curvo se notaba más conforme iba mejorando su salud, pero nunca se enderezó. Los niños de la escuela se dieron cuenta y le pusieron el chueco. Por ser un pene de carne, siempre lo tiene grande y que, si no se lo sujeta, se le nota debajo de la ropa. Ya no quise preguntar cómo le hacía para coger, preferí esperar a una muestra en vivo.
Elías nos comentó que así lo ...

... ha tenido siempre, bocón y medio cubierto por “el cuerito”, que no sabe porque se hizo tan grande “el tubo” y que cuando orina, lanza un gran chorro y termina en un tris. En realidad, eso es cuestión de la naturaleza, no parece una malformación, termina de orinar rápido por el mismo tamaño del tubo, en ese momento no quise preguntar cómo sería con la eyaculación, igual, preferí esperar a experimentarlo en vivo.
Asumiendo que los 2 estaban muy ganosos, ya estaban al 100, listos para lo que siguiera, les propuse empezar con los 2 al mismo tiempo: Uno por delante y el otro por detrás. Elías pidió ser primero por la boca, parece que casi no se lo habían hecho así que no hubo problemas de cómo iniciaríamos. Los 3 nos fuimos a una parte poco profunda donde el agua nos llegaba un poco más arriba de la rodilla y me enjaboné mi puerta trasera. Elías se sentó en una piedra a la orilla del estanque, así lo alcanzaría agachándome un poco y quedaba en posición para que Jacinto entrara por atrás, quien empezaba a buscar el hoyo con la cabeza de su doblado miembro. Apenas me había llevado la verga a la boca, Elías empezó a gemir y hacer movimientos queriendo meterla toda en mi boca y yo hacía lo mismo para dentro y para fuera. En eso estaba cuando siento que la caliente verga de Jacinto me entra hasta el fondo, quise gritar, pero lo que tenía en la boca no me dejó, sólo hice un movimiento hacia adelante que sirvió para que, a la vez, la de Elías me entrara hasta la garganta, donde me dejó ...