De cómo me convertí en el prostituto de mi familia, con mi propio tío a mis 17 años aunque fuera un chico hetero
Fecha: 15/06/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... era un bóxer muy holgado.
Me recibió con un juego de llaves de la casa, diciéndome que cuando quisiera, aunque él no estuviera, podría llegar y llevar amigos o amigas, solamente que le avisara si iba a hacer reuniones. Eso me alegró bastante pero mi sonrisa fue opacada cuando al acercarse para dármelas me volvió a tomar frente a él, observándome como un cazador a su presa.
Tío: —Bueno, basta de charla y pasemos a la acción—. Me dijo, mientras me ponía sus dos manos sobre mis hombros en señal de dominio y me dirigía hacia su habitación.
Yo solamente opte por bajar la cabeza y ver hacia los lados mientras era conducido a mi destino. Hay muchas veces, mientras caminaba, quise salir corriendo. No podía creer que lo iba a hacer de verdad.
Al entrar a la habitación, había una película gay en la televisión. Mi tío me pidió que nos sentáramos en la orilla de la cama, frente a la tele para verla. Así lo hice. Mi tío se empezó a excitar, lo pude ver de reojo por su diminuto short, causándome algo de nauseas. Por mi parte, aquello todavía me parecía asqueroso y más en esa situación. Mi tío había comenzado a acariciarme mi cabello, bajando suavemente su mano por mi espalda y dándome un leve masaje.
Mi tío quería más cooperación de mi parte. Así que me pidió que me parara frente a él y me empezará a desnudar, y mientras lo hacía, quería que fuera muy sensual. Por mi nerviosismo empecé a actuar muy torpemente, esto en vez de disgustar a mi tío parecía excitarse. Se ...
... recostó un poco mientras se sobaba el pene de arriba abajo. Se lo había sacado por uno de los costados de su short. Yo intentaba ver hacia otro lado, pero al mismo tiempo, no podía dejar de ver aquello con lo que me iba a penetrar. Su pene no era tan grande, unos 15 cm de largo, lo que sí, es que era bastante ancho, quizás tanto como el mío.
Torpemente me quité la playera que había llevado ese día. Una playera color mostaza que le iba muy bien a mi piel. Después, proseguí a desabotóname al pantalón. Antes de dejarlo caer, que más bien, tenía que hacer fuerza para quitármelo porque mis nalgas no lo dejaban caer libremente, mi tío me pidió que me diera la vuelta para verme las nalgas cuando salieran, y así lo hice. Me di vuelta y me bajé el pantalón. Siempre me costaba meterlos o quitarlos por mis nalgas. En esta pose, comencé a bailar supuestamente de una manera sensual para él, sin voltear a verlo.
Después de unos minutos de solo bailar en mi bóxer blanco, que remarcaban aún más mis nalgas. Mi tío me pidió que me diese la vuelta. Al darme la vuelta, casi por instinto me tapé mi masculinidad. Mi vista estaba fija casi en cualquier otra parte menos en la cama donde estaba mi tío. Mi tío me pidió que le posara como si estuviera en una competencia de gym y así lo hice, bastante torpe pues con el nerviosismo no sabía cómo posar. Aquel hombre se fascinaba viéndome el cuerpo. Sus miradas me desnudaban y era bastante morboso conmigo. Me hacía sentir incomodo, aquello no me ...