De cómo me convertí en el prostituto de mi familia, con mi propio tío a mis 17 años aunque fuera un chico hetero
Fecha: 15/06/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... que iba a llegar. Él me dijo que estaba bien, que le avisaría al portero para dejarme pasar y así fue. Cuando llegué, el portero me estaba esperando. Me hizo favor de guardar mi moto porque no estaba adecuada para aquella zona, que oso. Entré caminando a la casa de mi tío.
Me recibió con un atuendo casi idéntico al día martes. Mi tío a pesar de tener todo el dinero del mundo, aparentemente, era bastante desarreglado con su persona. No era difícil imaginar el por qué estaba soltero.
Me invitó a pasar a la sala y me ofreció algo de tomar. Comenzamos a platicar de cosas sin sentido como la familia, mi escuela, mi trabajo. El me platicaba de que trabajaba y como se había hecho con tanto dinero. Aquello me intrigaba mucho por lo que una lluvia de preguntas azotó toda la tarde. También me contaba de los viajes que había hecho y de la gente influyente que conocía.
En la charla, noté que varias veces veía mi bulto entre las piernas y cuando me paré para que me enseñara su casa, sus miradas no se separaron de mis nalgas. Mi tío no era nada discreto y me veía de una forma diferente, extraña. Me veía de una forma especial, iba más allá a la forma que ve un tío a su sobrino.
En el recorrido, noté que esa casa tenia de todo, además de la gran piscina y un patio amplio, tenía un cuarto de juego, un cuarto de tv y otro para ver películas, cuatro recamaras, una cocina enorme, bodegas, desván, etc, etc, etc. No podía creer que tanto espacio fuese ocupado por una sola persona y ...
... además que todo estuviera amueblado. Mi tío podía ser un descuidado con su persona pero tenía una casa muy elegante. Me había dicho que se debía por la naturaleza de sus negocios, se dedicaba a representar a políticos en juicios o cosas legales, y ya saben cómo son las cosas en México, teniendo conocidos, servía para desviar fondos públicos y él se sacaba una buena tajada por sus servicios.
Llegó la hora de partir, sin darme cuenta se había hecho tarde. Mi tío me ofreció a llevarme a la casa, pero me dio pena que viera en donde vivió así que no quise que lo hiciera, le dije que en la entrada había dejado mi moto. Al final, después de estarme rogando, entendió que no me iba a convencer a llevarme o quedarme más tiempo y es que también, ese mismo sábado, tenía una salida más noche con unas compañeritas que estaban, ufff, chulas, hermosas, y no me quería perder eso.
Al despedirme, me preguntó que, qué haría el siguiente día. Le dije que estaría muy ocupado con muchas cosas de la prepa y que el lunes, en la mañana tenía que ir en la prepa y en la tarde, al trabajo. Me dijo que si podía faltar a trabajar y le dije que no, pues entonces quien me compraba mis cosas. Él me dijo que si yo faltaba y lo acompañaba, él me compraría mis cosas en la tarde en la plaza. Pensé que estaba bromeando y me reí. Pero no, mi tío hablaba muy enserio. Yo me quede extrañado y le dije que lo iba a pensar. Me dijo que estaba bien y con un abrazo nos despedimos.
El abrazo fue raro, sentí como ...