1. Mi bella madre durmiente (Parte II)


    Fecha: 05/12/2017, Categorías: Anal Autor: kaliman, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro te mentiría si te digiera que no, Ámbar es preciosa y esta buenísima
    
    —eres un bribón pero me gusta la franqueza, la traes tan deschavetada que pensé que ya te la habías ponchado
    
    Quise medir el terreno y desenfadado le dije:
    
    —Si me la quiero coger tía pero no así como la traje tendrá que ser en sus 5 sentidos
    
    —Je, je, je vaya que eres atrevido en fin si ella quiere, sabes… a mi gustaría que fueras tu quien la desflorara
    
    —para mí sería un auténtico placer
    
    —y a mi Sergio, serías capaz de cogerme con muchísimo gusto tía
    
    — ¿y entonces… que estas esperando?
    
    —vamos a tu recamara para estar cómodos
    
    Diana se levantó presurosa y me jalo de la mano camino a su lecho, ya sin ningún prejuicio iba deleitándome con el movimiento de sus portentosas nalgas mi verga se empezó a endurecer ante el estímulo visual.
    
    Entusiasmado con Ámbar no me había percatado lo biscocho que estaba mi tía Diana.
    
    De pronto me vi arrasado por el impulso de cogerme aquella linda hembra que era casi el vivo retrato de mi madre. Entramos en la recamara voltee a cerrar la puerta y al volver la mirada a donde estaba Diana vi caer su bata como cascada de agua al piso.
    
    Me miraba retadora luciendo en todo su dimensión su exquisita desnudez, sus enormes melones fruta madura lista para degustar, la perfecta línea de su cintura y su vientre tan plano como el de Roció, no pude dejar de fijar mi vista en el impactante y espeso bosque capilar que enfatizaba la oscuridad de su delicioso ...
    ... triangulo del placer.
    
    Diana era la figura perfecta esculpida palmo a palmo por la naturaleza.
    
    Fuego intenso que incendiaba mis pupilas y aceleraba mis ansias de poseerla.
    
    En cuanto vio que me acercaba a ella se empino sobre su cama, no…no era mi estilo estaba tras de ella que había abierto sus piernas queriendo con ello facilitar la penetración y esperando ansiosa mis embestidas.
    
    — ¿qué esperas cretino que no me ensartas de una vez?
    
    No hice caso a sus chillidos me agache y besé sus nalgas y deslice mi lengua sobre ellas hasta lograr que se erizara su piel.
    
    Diana comenzó a evidenciar lo grato de mis caricias y por momentos permaneció callada, enseguida escuche suspiros y leves quejidos.
    
    —palmea mis nalgas por favor
    
    Hice un hueco en mi mano y el azote mesuradamente
    
    —abre la palma y pégame fuerte cabron
    
    Por alguna razón el tono en que me hablo me provoco coraje abrí la palma y le azote con toda mi fuerza, aquella hermosa nalga se puso colorada y mi mano quedo plasmada en su piel. Pensé que le haría gritar y tan solo se quejó con levedad.
    
    —dame en la otra eso es todo lo que tienes
    
    Esto volvió a causarme molestia y azote ambas nalgas hasta dejarlas rojas como el colorín sin apenas causar un grito.
    
    —Así… así se hace hijo de puta, ahora cógeme, métemela hasta la garganta que me estoy escurriendo.
    
    Quise comprobar lo que decía y metí mis dedos en su panocha.
    
    Era cierto estaba totalmente encharcada, tome mi tranca y se la apunte en el orificio ...
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