1. Fin de semana de camping con mi vecino en la playa.


    Fecha: 29/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... iban hacer y lo que íbamos a disfrutar. Menos mal que no pasaba gente y nadie escuchaba aquellos comentarios, si no, yo me hubiera muerto de vergüenza. Ya iba todo colorado viendo como nos miraban y las ganas que se les veía por hacernos suyos.
       Antes de llegar a la casa del viejo vecino, paramos en un bar, donde compraron comida para llevar. Los cabrones ya la habían encargado, así que una vez les dieron las tortillas, jamón asado y empanadas junto al pan, seguimos el camino a la casa del viejo de nuestro vecino.
    
       No hicimos más que entrar y los toqueteos ya comenzaron. Dios, eran como buitres alrededor de su presa. 
    
       Mientras 2 de ellos llevaban la comida a la cocina, los otros 2, se lanzaron a por nosotros. Uno fue a por mi adolescente vecino, y el otro se abalanzó sobre mí. 
       Me abrazó por la espalda, y mientras mordía mi cuello, empezaba a subirme la camiseta con intención de sacármela. 
       Así mi hembrita preciosa, así, decía mientras me iba subiendo la camiseta. Deja que te desnude y pueda contemplar y saborear este lindo cuerpecito que tienes.
    
       ¡Ummm! Que delicia, susurraba volviendo a morder mi cuello una vez había sacado mi camiseta. Ya me tenía desnudo de cintura para arriba, y no dejaba de morderme el cuello a la vez que llevaba sus manos a mi pecho buscando mis pezones, los cuales empezó a pellizcar y retorcer haciendo que soltara un grito de dolor y placer, ¡ohhh! ¡ooohhh ohhh! Grité sintiendo como aquellas manos pellizcaban y retorcían ...
    ... mis pequeños y excitados pezones.
    
       Oh putita, ¿te gusta eh?
       Mira que duritos tienes los pezoncitos, ya estás excitado y caliente, ¿eh? 
    
       Pues no te preocupes, que vamos a complacerte, decía sacándose la camiseta que llevaba al igual que nosotros, quedándose tan solo con el bañador tipo bermudas, que llevaba puesto.
       Siguió luego bajando mis bermudas, haciendo lo mismo con el bañador tipo Bóxer que llevaba puesto, cayendo estos a mis tobillos, quedando desnudo manteniéndome abrazado a él por mi espalda.
    
       Así, ¡ooohhh así! Jadeaba acariciando con sus manos los cachetes de mi culo y genitales. 
    
       Estás empalmadito, ¿eh?
    
       Mira que durita tienes la pollita, me decía empezando a descapullarla. Eres una hembrita muy caliente, ¿eh? 
    
       Tienes ganas de pollita, ¿verdad?
    
      Pues vamos a abrirte este culito y darte lo que estás deseando, me decía llevándome así abrazado a él, hacia la mesa de aquel inmenso salón comedor.
    
       Tuve que agacharme para subirme un poco el bañador y bermudas, ya que apenas podía andar, pero él sin soltarme en ningún momento, no me dejó, mientras se agachaba y mordía mis cachetes, con una mano me sacó por completo el bañador y bermudas, quedándome tan solo con aquellas sandalias de goma, que usaba para ir a la playa.
    
       Así putita, así estarás mejor, eso aquí ya no lo vas a necesitar, me decía llevándome hacia la mesa.
    
       Miré a ver donde estaban los otros, y lo que vi, me puso aun más caliente de lo que ya estaba. Los ...
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