1. LA TRAVIESA DE MI SOBRINA


    Fecha: 24/07/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: PEDROVL, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cual marcaba su excitante cuerpo, provocándome una excitación que incluso noto Betty y de la cual sonrió en complicidad conmigo. No le molestaba darse cuenta que su nena causaba gran excitación en mí que era su tío.
    Fue a esa edad cuando las rebeldías de Araceli iniciaban incluso, su mamá me relegaba su responsabilidad y mi sobrina de una u otra forma me obedecía, tan así, que en ocasiones mi hermana me hablaba por teléfono para darme las quejas y le “reprendiera”, aunque más que eso, hablaba con ella y la convencía de portarse bien a cambio de ir pronto a visitarle. Pero fue dos años más tarde que en una de mis visitas, ya no solo era su rebeldía, sino también las travesuras de Araceli ya eran más personales, se comportaba como lo que era, una niña mimada y mal criada. 
    En esa ocasión que fui de visita, al día siguiente de mi llegada ella cumplía sus doce años de edad, por lo que ese mismo día, a pesar del cansancio del viaje la lleve de compras. Araceli se alegró no solo de verme, sino de que su tío consentido la mimaba una vez más. Como llegue en la madrugada, quedamos de ir después del almuerzo, era sábado y Betty no trabajaba ese día, por lo que nos acompañaría. Yo termine de arreglarme rápido, por lo que las esperaba en la sala y la primera en bajar fue Araceli, que nada más de verla como vestía me excito tanto que hasta la verga me dolió y es que mi sobrina ya tenía un cuerpo casi desarrollado y hermoso, sus caderas anchas y cintura estrecha, sus nalgas redondas, ...
    ... firmes y paraditas, sus muslos gruesos y macizos,  sus pechos del tamaño de una naranja. Todo ese bello cuerpo que lo hacía lucir aún más esa blusita blanca de tirantitos que apenas si llegaba a su ombligo, donde se marcaba un brassier blanco de media copa y encaje. Con un short de mezclilla que apenas si llegaba abajito de sus bellas nalgas y que quedaba muy debajo de su ombligo, ajustado a sus exquisitas caderas donde apretaba esa deseada fruta. Con unos tenis blancos de lona sin calcetas y en la mano llevaba un chaleco de mezclilla. Enseguida bajo Betty, hermosa por igual que mi sobrina, con un vestido amarillo  muy ajustado a su también delineado y bien cuidado cuerpo, con esas nalgas paraditas y desafiantes, redondas y firmes, con sus muslos gruesos y musculosos. Con esa cintura estrecha que envidiaban hasta las jovencitas. Fue toda una dicha ir de compras con esas dos bellas y sensuales mujeres, a quienes llevaba del brazo y lucia como su fueran mi esposa e hija. 
    Le di carta abierta a mi sobrina para elegir lo que más le gustara, quiso unas faldas, pantalones, blusas, zapatos y no podía faltar, ropa interior que solo de verla me imaginaba como se le vería puesta, casi me da un infarto. En todo momento con opiniones que le pedía a Betty quien en un momento ella me dijo, “prefiero comprarle la ropa o que tú lo hagas a que lo haga a escondidas y no me entere”. Y es que Araceli era una niña mimada y consentida por todos a pesar de su edad. 
    Ese sábado recorrimos tiendas, ...
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