LA APUESTA: PUTA DE LA CÁRCEL - Relatos Eróticos

LA APUESTA: PUTA DE LA CÁRCEL

Había perdido la apuesta con un amigo, a la fiesta de disfraces yo tenía que ir de mujer.
Yo soy muy riguroso y estudié detalladamente como se vestía un travesti, desde la preparación del cuerpo y ropa, incluyendo lavado intestinal. Así que llegó el día, afortunadamente yo vivía en una casa y pude salir en mí auto sin que nadie me viera como una mujer, de piel blanca, totalmente depilada, pelo rojo, labios rojos, ojos pintados, con liguero rojo, colaless rojo, pantaletas rojas, zapatos tacón de 10 cm del mismo color, vestido de lycra rojo hasta los muslos y chaqueta de cuero rojo, la idea era que nadie me reconociera. Escuchando música de las divas que me encantaban, en realidad estaba cumpliendo un sueño.
Todo transcurría bien, incluso en un semáforo, unos tipos me dijeron unas lindas palabras para halagarme. El tema Me lloras de Gloria Trevi me encendió, justo pasaba por el barrio rojo de la ciudad y decidí hacer una locura, me metí por las oscuras calles y me baje del auto, para sentir el frio de la noche en mis cuerpo, que se colocará entre mis piernas, lo que fue maravilloso, caminar contorneándome, sentir como el aire entraba entre mis piernas, como deseaba ser una hembra. Me subí al auto y tocaron eclipse total de amor en español, lo que destrozaba mí corazón y excitaba mi cuerpo. Estaba en eso, cuando observé un auto que venía hacia mí, mejor arranqué y comencé andar, fue entonces que en una esquina me hace parar la policía, no me preocupé mucho. Me solicitaron los ...

... documentos personales y del vehículo, sólo en ese momento se dieron cuenta que era hombre, el policía me dijo que era un delito la prostitución, yo le dije que estaba equivocado, pero no hubo caso, me detuvieron, el auto se lo llevó una grúa al cuartel.
Llegando al cuartel, me di cuenta que era una redada contra la prostitución, nos separaron entre las mujeres y los travestis, como era viernes tendríamos que pasar el fin de semana en prisión. Me quería morir. En un momento pensé que me enviarían   a un recinto especial para homosexuales, así era para los conocidos, pero las nuevas tenían que aprender la lección y la única nueva de la redada era yo.
Me trasladaron a la cárcel de la ciudad, nadie me dijo que me vistiera de hombre, me dejaron tal cual y procedieron a ubicarme en un módulo. Cuando entré me quería morir, estaba lleno de hombres que me miraban con ganas de violarme, la noche de ensueño se había convertido en una pesadilla. 
El lugar era un galpón donde estaban los camarotes, algunos dormían en estos y otros en el suelo, yo me senté en el suelo,  nadie se acercó hasta que un negro de por lo menos 1,90 o más, se acercó a mí y me habló.
Negro: Hola nenita
Yo: Hola
Negro: Quiero contarte algo, cuando apaguen las luz, todos estos presos se pelearán por violarte, el grupo de los latinos, los negros y los blancos, el grupo que gane, te violará hasta que te maten, no habrá piedad y nadie te podrá ayudar
Yo: Pero los guardias…
Negro: Jajajajajaja, porque crees que ...