1. Un fornicario suelto en Puebla


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Géminiskuri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... y así que íbamos paseando por la vereda principal cuando vi de nuevo a la niña, noté que mi novia se incomodó. Así que quise variar la ruta a otro lado pero al fin, la niña me miró y sonrió, la acompañaba otra niña de tez india y morena,  un poco más chaparrita pero de cuerpo espléndido bajo el rústico y pobre vestido. Ella también sonrió e hizo el ademán de saludar. Pero se perdieron en el centro comercial.
    
    Ya estaba más que aliviado de mi calentura que no di ninguna oportunidad a mi novia de rechazarme; ya tenía la mejor de las mujeres para atender sin reclamos mis deseos en la acogedoras tierra Pueblana.
    
    Mi novia notó el cambio, pero no pareció importarle sino estar conforme y libre de mi sexual acoso. Ya a las diez de la noche estábamos de nuevo regresando a su apartamento, me invitó a entrar, y me excusé con que debía llegar temprano a dónde mi familiar y le tomé las manos y las besé y ella me abrazo y me regalo un ardiente beso de lengua. La abracé y toque su trasero, retiro mi mano y pasó el portal del edificio.
    
    De cierta forma, estaba conociendo a mi novia mejor y sus valores eran superiores a mi apetito y morbosidad, con esos pensamientos caminé hacia el templo del beato, con los deseos de reencontrarme a Mary.
    
    Llegando al amplio atrio, detrás de mí escuché la voz de una niña, era Mary que venía corriendo de la oscuridad en chancletas con el mismo vestido de la noche anterior y con la menuda y güerita de su amiguita. 
    
    "-¡¡Señor, señor...!! Gritaba. ...
    ... Mire... Mire esta amiguita mía."
    
    -¡Si, hola!. ¿Cómo te llamas? . Dándole la mano e inclinando para apreciar su carita. 
    
    La niña respondió que se llamaba Sussy. A lo que Mary me atrajo y me dio un secreto al oído:"-Ella quiere que le hagas lo que me hiciste a mi anoche."
    
    Yo miré a la niña y veía por su cara de pícara que sabía el contenido del secreto. Eso me comenzó a acelerar y mi pene a encenderse de nuevo. 
    
    -¿Y dónde y cuando quiere que hagamos eso?. Pregunté.
    
    Mary contestó:"-¡cuando quieras!. Y tomando mi mano me ordenó:-¿si quieres ahora?. Venga conmigo.
    
    Al reconocer la ruta pude comprobar que era la misma casa abandonada a la que me llevaban. Entramos y Sussy se puso nerviosa, sería por el sitio o por lo que iba a buscar. 
    
    -Tranquila. Le dije: no pasa nada.
    
    Llegamos y los perros de las casa vecinas ladraban más que nunca. La luz de la luna dejaba ver como la noche anterior.
     
    -Ven. La acerqué a mi. Y acaricié su rostro y su cabello negro lacio y largo. Toqué su boca y la besé. Ella temblaba con la fuerza de mi beso.
    
    Tenia una blusa de tirantes sin corpiño abajo.
    Una falda corta y sus calzoncitos rosas. Le bajé uno de los tirantes y acaricie su pechito plano. Era delgada como a mi me gustan las niñas. Se le paró su pezoncito y se lo chupé y ella comenzó a reir de las cosquillas o del inédito placer que apenas conocía.
    
    -¿Qué edad tienes princesa?.
    
    Mary contestó: "-ella tiene diez, es mayor que yo."
    
    -Eres bien chiquita mi amor. Le dije, ...
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