1. 45.1 Primaveral París


    Fecha: 14/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... Gonzalo comer olvidado ya de sus tristezas, cada semana que pasaba se le notaba como mejoraba e iba cogiendo cuerpo, quería enormemente a los tres chicos que tenía conmigo cenando, pero de distinta manera.
    
    Después de cenar paseamos una media hora antes de coger un taxi que nos devolviera a la Av Foch, mañana saldríamos a correr por los lugares de siempre, pero ahora todo era más risueño, comenzaban a mostrarse los verdes retoños despertando a la nueva vida, el comienzo un nuevo ciclo vital, un nuevo nacimiento, una nueva experiencia que terminaría también cuando se cumpliera su tiempo.
    
    Nos despedimos para ir a dormir y al verle desnudo pegué mi pecho a Gonzalo sintiendo su tibio calor, y el roce del pelo de su pecho cosquilleó mis tetillas que se pusieron erectas.
    
    -Tenemos que darnos una ducha rápida. –fue un ruego y una orden a la vez, necesitaba ir al aseo para prepararme para él.
    
    Cuando salí del baño tenía el móvil en la mano, ¡dichosos aparatos!, abracé su espalda, echó su mano libre hacia atrás para pegarme a él y poco después se giraba. Coloqué mis manos en su cintra y él las posó sobre mis hombres. Mi respiración se iba haciendo pesada mientras me miraba.
    
    Mis manos en su cintura la apretaban, su profunda respiración y nuestra piel en contacto me encendían, sus ojos mirándose en los míos y su deliciosa sonrisa me hechizaban. Le veía tan guapo, varonil y exquisito.
    
    Coloqué mi cabeza en su pecho y cerré los ojos para sentir solamente su tacto y olor, ...
    ... abrazado por él, tan cerca que sentía su respiración en mi cuero cabelludo soplando, su pene en mi estómago y sus manos que bajaban por mis costados hasta llenarse con mis nalgas apretándolas.
    
    Estreché su cintura y di un paso de baile que acompañó. No me esperaba que esas palabras salieran de su boca.
    
    -Siento pena por Nicolás, le he quitado lo que más quiere y lo lamento, pero yo también te quiero, te amo Daniel. –levanté mi cara para que nuestros alientos se fundieran. Le hubiera dado las gracias por su grandeza de corazón, no le notaba para nada celoso, más bien con una conmiseración hacía nuestro amigo que me rompía el alma, pero el momento era otro.
    
    Me dejaba llevar por una música inexistente y que sonaba solo en nuestros corazones.
    
    -Gonzalo yo te quiero tanto, te amo de tal forma que no sabría explicarlo.
    
    Terminé de hablar y puso sus labios sobre mi cuello y me besó como poseído, descendió para besar mi hombro, bajando la intensidad y más despacio. Sabía lo que se hacía y me llevaba a la muerte, no tenía la experiencia de Nico para saber mis puntos erógenos clave, pero su instinto le guiaba y sabia donde tenía que aplicar sus labios para hacerme estremecer.
    
    Me besaba con terrible ternura y delicadeza, sus labios sobre mi piel me transportaban a mundos inimaginables, a un plácido y sosegado placer.
    
    Se acercó a mi oído para besarlo y hablarme muy suave.
    
    -Soy un egoísta, lo sé, pero no quiero compartirte con nadie. Daniel quiero que seas solamente mío, ...
«12...789...»