1. La Perdicita de Cabeza de Papa


    Fecha: 17/08/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Norby, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    LA PERDICITA DE CABEZA DE PAPA
    
    Una de esas noches largas después de haber comido como emperadores, quedamos tomando la famosa última que nunca se sabe cuál es y como es sabido, a veces el alcohol suelta la lengua y en este caso fue Cabeza de Papa el que sintió deseos de narrar uno de los secretos mejor guardados que cada uno de nosotros tiene y que nunca en su sano juicio, sería capaz de contar.
    Empezó diciendo: 
    La verdad siempre he tenido suerte con las mujeres. Mi buen estado físico y mi trabajo de repartidor me han abierto una serie de puertas en lo que a sexo se refiere. He tenido sexo con las mejores mujeres que han pisado estos pagos. Sin embargo, esta perfección y rutina siempre me llevaba a buscar algo más. Como dice en la variedad está el gusto. 
    De vez en cuando aparece alguna Perdicita que necesita atención y me transformo en una máquina sexual, un depredador implacable e irresistible. 
    
    Nunca fui un hombre fiel y creo que nunca lo seré. Así empecé a buscar un tipo de mujer diferente, distinta a las mujeres que acostumbraba a engancharme. 
    
    Una mañana que realizaba el reparto normal de materiales, pase por el centro del pueblo a comprar cigarrillos.
    
    En una base de taxis sobre la Avda Roca, se encontraba una mujer de unos 47 años, muy alta y extremadamente gorda. Una verdadera Perdicita.
    Estaba sola, y no había nadie en la calle. Me di dos vueltas delante de ella. La miraba. Ella empezó a notar mi presencia. A la tercera vuelta, me detuve en un ...
    ... negocio cerca de la base. Al bajar ella me miraba fijamente y yo igual. Entré compré cigarros y en ese momento estaba llegando un móvil que estaba esperando. Ella estaba de pie, con un bolso y dudaba en subirse o quedarse. Saqué un cigarrillo y la miré a la distancia fijamente. Ella se acerca a la puerta del taxi y dice al conductor que no viajará. Esa fue mi señal, ya que el próximo móvil demoraría como media hora en volver y por la hora, no había ninguna otra razón para que se quedara.
    
    Subí al camión, y di la vuelta a la manzana. Al pasar delante de ella, me miró y sonrió. Una vuelta más y me estacioné delante de ella. Ya con el vidrio abajo, le preguntó si necesita que la lleve. Ella se para, se acerca al camión. Cuando se asoma para hablar a través de la ventanilla, puedo observar sus tetas que son exageradamente tremendas. Me dice que iba a El Rincón, prácticamente campo, aproximadamente uno 25 minutos en vehículo. Le digo que no hay ningún problema. Ella lo duda un poco y toma su bolso y se sube.
    
    Una vez adentro, puedo notar su gran volumen, sus nalgas ocupan todo el asiento. Su voz era un poco grave y se notaba que era de campo y un poco tímida. Le pregunto que hace tan sola y tan tarde en la calle. Me dice que había venido a cuidar a una amiga suya que había enfermado y que no se podía mover.
    
    -¿Sos casada? – No, mi marido falleció, vivo sola hace más de 7 años – ¿Tienes hijos? – Si tengo una hija que se casó y se fue a vivir a la capital, y vos? Sos casado? – No, ...
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