1. Lila en el verano


    Fecha: 14/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... matar a palos! Volvé mañana, pendejo lindo, que te voy a cojer hasta dejarte medio muerto!
    
    Agarré mi pantalón empapado, con la pija todavía chorreando las tremendas acabadas, y poniéndomelo como pude, salí por el túnel. Ya afuera, miré hacia adentro y la vi a Lila toda en bolas mirándome y sonriendo, con los negros pelos empapados y los muslos bien abiertos mostrándome su concha, de la que chorreaban mis acabadotas.
    
    Después de esa siesta, me la cojía a Lila casi todos los días. En vez de entrar por el túnel, Lila se iba a la viña, se desnudaba toda para mí, mostrándome su conchota abriéndosela con ambas manos, y me hacía cojérmela hasta cinco veces seguidas, la llenaba de leche y ella misma me decía que era mi puta. Mi puta de 12 años, la mejor puta de mi vida, la que me enseñó a cojérmela como a una demonia. A veces me la cojía desnuda en los surcos llenos de agua y barro, donde la hundía y la sacaba con el cuerpo todo empastado, marrón de barro y blanco de mis acabadas. Se lavaba el barro que a veces hasta le llenaba la bocota y se reía diciéndome: “Te enseñé a cojer, pendejo lindo! Te gusta tu Lila, no?”
    
    Lila me hacía explotar; cuando ella podía, nos pasábamos dos o tres horas cojiendo como animales hasta que no podíamos más y ella se iba guiñándome los ojos en promesa de más cojidas.
    
    Me la cojí más de cien veces en todas las formas que imaginábamos, ella misma me entregó sus tripas una tarde de tormenta, bramando casi tanto como los truenos de la tormenta al ...
    ... ser trepanada. Con cara de degeneradita, me dijo: “Querés probar mi culo, Papito? Mi mamá grita de noche cuando la agarran los machos y le dicen que se la van a dar por culo, pero al rato grita de contenta, y los tipos se la clavan a muerte! Y mi mamá dice que dándosela por culo no se preña y que le gusta!” Y Lila esa tarde me entregó su culo, recibió pija en sus tripitas por primera vez y gritó, pero se la aguantó porque se la enterré con desesperación y le tiré lechota bien adentro.
    
    El aguacero nos lavó el barro y nuestros jugos y también la sangre que me regaló al abrirle ferozmente las tripitas. A Lila el dolor de esa clavazón no le importó, bramó entregándome sus vísceras en medio de la tormenta, clamando por que le enterrara mi pija sin piedad en las tripas.
    
    Y lo que tenía que pasar, pasó. Antes del fin de ese verano, a Lila la preñé. Cojíamos como desesperados, cómo no la iba a preñar! Pero cuando me entregó el culo ya estaba preñada. El preñe no la sorprendió, Lila sabía por instinto de hembra que su vientre ya era fértil, se la habían cojido desde los 8 años, pero fueron mis pastudos lechotazos los que la preñaron apenas fue fértil sin que ella lo supiera, pero lo esperaba. Ella sólo quería cojer, pero se preñó con mis acabadas casi diarias y no le importó. Mi hermosa puta Lila lo tomó naturalmente, me mostraba sus tetas que se hinchaban semana a semana, sus pezones que crecían y se ponían granuludos y su conchota carnuda todavía sin pelos se le iba poniendo ...