1. Lila en el verano


    Fecha: 14/12/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... bultuda, protuberante y saliente. No necesitaba excitarme, yo vivía al palo con ella, cuando nos encontrábamos yo ya iba con la pija dura como una estaca y Lila me la sobaba y se la metía en la boca, pero mis acabadas siempre las quería dentro de su conchota, muy carnuda y protuberante como un bulto partido al medio. Cuando me mostró la panza que le estaba creciendo, me dijo: “Me preñaste, pendejo! Me llenaste la concha con tus lechotas, te gusto así? Voy a ser Mamita, te gusta?” Y yo le decía que sí y la tiraba al suelo y le enterraba pija a matar. Me gustaba verla así, embarrada o sucia con tierra, con los pelos revueltos y la boca salivuda abierta, escupiéndome sus salivotazos y mostrándome la lengua con esa hermosa cara de putita atorranta. La mejor de mis putas! Me la cojía con más ganas mientras más cochina se ponía, y me enamoré de esa mi puta la Lila de 12 años.
    
    Lila no se hizo problema con el preñazo, la madre sabía que la pendeja cojía, y la aceptó preñada. La madre era una desesperada por las pijas y no evitaba los preñes, sólo deseaba recibir machos. Además sabía que era yo el que se la reventaba a su hija y no le importaba, así que después me la cojía a Lila preñada adentro de la casa, en la cama, cuando los hermanos no estaban. La panza de Lila empezó a crecer cada vez más y con ella sus ganas de cojer aumentaron; ella se me mostraba toda en bolas y me la montaba varias veces al día: desnuda en la tierra, embarrada en el suelo, hundida en el canal, ...
    ... aplastada contra la cama, retorciéndola contra el piso, encaramada en las ramas de un árbol y hasta colgada del árbol más grande. La gozaba ensartándola a lo animal, y Lila cada vez era más puta conmigo. Inventó cosas que ni una puta callejera hace. Cuando ya estaba bien panzotuda me enseñó a cojérmela por la boca: una tarde empezó a mamarme la pija como casi todas las veces, pero esa vez siguió embocándosela y se la tragó entera, agarrrándome de la cabeza hasta que se la atravesó en la garganta a pesar de sus convulsiones y vomitadas, y no se la desclavó hasta que me tragó la pija entera y se comió mi lechotazo. Cuando ya era una pelota con un preñe de 7 meses, me entregó por primera vez el culo, me dijo “con tu preñazo tengo la concha muy blanda, pero por atrás también se puede, es más estrecha, dámela por ahí, haceme sufrir tu pijota, pendejo, te va a gustar!”, se puso boca abajo, levantó las ancas de potra puta sobre el globote de su panza, abrió los muslos y me hizo que le entrara toda mi pija en las tripas.
    
    Me la monté a Lila así, ella gritó, se retorció y le dolió, pero me entregó sus tripas a fondo arañando el barro del suelo hasta que la llené con tres acabotazos en pocos minutos.
    
    Desde esa vez, le enterraba pija todos los días en esas tripas calientes y Lila gritaba roncamente cuando la empalaba así. Le dolía pero eso le gustaba y la excitaba más. Casi enseguida consiguió tener orgasmos infernales ensartada por culo, y sólo me soltaba cuando me la había cojido varias ...