1. Mi tía, sus pantimedias y yo III


    Fecha: 01/09/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Crossdreser, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... escucharla gemir de placer, supe que era normal pues estaba alcanzando el orgarmo como el día que se masturbó delante mio. Pronto sus líquidos orgásmicos me cayeron en la cara mientras gritaba "síííííííííí, así, que rico me estoy viniendo". Yo recibí de mil amores sus jugos y traté de tomarme la mayor cantidad de ellos. Luego de que terminó de venirse, con voz jadeante me preguntó "¿Sobrino, cómo está tu erección, está lista?". Sin responderle, me puse de pie en la cama y mi tía vió mi erección dura como un palo y con el glande húmedo de excitación. 
    
    "Métemela por favor". Yo me coloqué encima de ella, en la posición de misionero y estaba a punto de penetrarla cuando se me ocurrió preguntárle "Tía, ¿cómo nos vamos a proteger?" Yo sabía que el semen servía para embarazar a una mujer y no quería que eso pasara con mi tía. "No te preocupes, estoy tomando píldoras anticonceptivas, así que no pasará nada". Entonces pusé mi glande en la vagina de mi tía Irma, sintíendo mojada su cosita, pero sin animarme a meterlo, no por miedo, sino por alargar el momento de que estaba por perder mi virginidad. Mi tía, al darse cuenta y con esa voz que me encantaba me dijo "sobrino, mételo para que te conviertas en hombre, en mí hombre" para a continuación mover sus caderas para acercar su vagina más a mi pene. Ya sin más demora, metí la cabeza de mi pene dentro de mi tía, quise irla metiéndo poco a poco para disfrutar el momento, pero mi tía estaba tan mojada que se resbaló deliciosamente en ...
    ... ella y entró toda de un sólo golpe. Dios, que rica estaba la vagina de mi tía, caliente, muy húmeda. Me quedé quieto dentro de ella gozando a tope, hasta que mi tía, luego de que nos dimos un largo beso, me pidió "métela y sácala sobrino, dáme y dáte placer así". Yo comencé el clásico meti-saca, entraba y salía, entraba y salía y cada que vez que sacaba mi pene, casí hasta sacárlo de su vagina, volvía rápido a meterla. En cada movimiento, yo bajaba la cabeza para ver mi pene entrar y salir de la vagina de mi tía y veía como salía el tronco llenó de líquido blanco, producto de la excitación que sentía mi tía al estarla penetrando. "No lo hagas muy rápido, pues te puedes venir muy pronto querido sobrino, quiero que dures mucho dentro de mi, así que baja el ritmo". "Sí tía, lo que tú digas" le respondí y comencé a moverme más despació al meter y sacar mi pene, aprovechando que al meterlo hasta el fondo, lo debaja varios segundos así y luego volvía a sacarlo.
    
    Mi tía Irma estaba tan excitada que cerró los ojos y gemía y me ponía las piernas encima de mis caderas y mi espalda, moviéndolas para que sintiera la suavidad de sus piernas enfundadas en sus medias blancas. Yo estaba gozando como nunca, sentía una clase de placer que me era desconocido en mi cuerpo, aunque no en mi mente, pues mil veces había soñado con tener sexo con una mujer y desde que llegó a vivir a casa mi tía Irma hace un par de años, fantaseaba en hacerlo con ella. Nuevamente perdí la noción del tiempo, pero ...