1. 2 - Otra clase de gente


    Fecha: 15/12/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... tiempo se termina.
    
    Si se podía alquilar ropa de fiesta, y deprisa bajamos a la pequeña galería de tiendas, había siete locales, de ropa dos. Y cuando iba a decir que ropa quería, la corté, dije que no, que la ropa la elegiría yo, no ella. De nuevo esa mirada furiosa y cerró la boca apretando los labios.
    
    Escogí un vestido que le llegaba por encima de la rodilla, negro con ribete escarlata. Dije a una empleada si tenían finos lazos para el pelo, de nuevo me gané una mirada reprobadora.
    
    Y para mi sorpresa, llegó una joven con aspecto de peluquera y sin preguntar, miró el pelo y sacó de su bolso un manojo de lazos, y escogió finos lazos de color azul oscuro, que fue entretejiendo con su pelo, luego el peinó hacia atrás y le quedó genial, había recuperado juventud, ahora su edad era de treinta y pocos, sonreí satisfecho.
    
    Su mirada fue alarmante, era tarde. Deprisa fue hacia el mueble de perchas, lencería, pero la sujeté.
    
    Nada de lencería, el vestido sobre tu cuerpo desnudo.
    
    Se me ve todo – Protestó mirando bragas.
    
    No, el tejido del vestido no deja traspasar nada, lo he comprobado. Es el momento de que experimentes perfiles especiales del erotismo y olvidar penetradores urgentes, no estaría mal para nombre de una empresa de citas.
    
    El vestido lleva un corte delantero, no podré sentarme.
    
    Eso espero, tengo en mente hacer alguna fotografía camuflada, exactamente por debajo de la mesa.
    
    ¡Me dejas de piedra! ¡Eso no puedes hacerlo!
    
    Sí que puedo ¿has visto ...
    ... la hora? – La empujé.
    
    Y corrimos hacia el salón norte, y además tuvimos un poco de suerte, los jefazos estaban en el ascensor, así que nos sentamos según indicaban las tarjetas de diferentes colores. La entrada de la cuarentona causó más efecto del deseado, escuché comentarios malsonantes, fui tomando nota de sus enemigos, que no eran pocos, sin embargo ellas se comportaron de otra forma, algunas dijeron que les gustaría saber quien la había vestido.
    
    Afortunadamente la entrada de los jefazos callaron los chismorreos, ella parecía haberse adaptado a las circunstancias, y sonreí satisfecho de mi obra, estaba a falta de su sabor, bueno, sabores, algunas me dicen que soy un guarro, ya he probado el sabor de su sudor en el verano, ese además que chorrea por el costado, lo digo porque no me gusta que se depilen las axilas, y ahí está su sabor, al margen de la vagina, que tiene sabores diferentes, y la saliva de su boca es otra historia, ese fluido está controlado, los otros no, aunque he de reconocer que también me los llevo, fui despertado de mis meditaciones, un leve empujón olor a ambientador.
    
    Me gusta como se ha vestido tu zorra.
    
    Mi reacción era un puñetazo en el plexo solar, le tenía a tiro, ese puñetazo hace daño y si sabes darle, puedes matarle, pero mi otro yo me dijo que lo tragara, sus abogados me desplumarían de por vida, yo era un pobre enemigo, por tanto busqué otra salida.
    
    Se equivoca, me encuentro aquí debido a un contrato, debo hacer fotografías del ...
«1...345...»