Dulce y amarga amistad (10)
Fecha: 16/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Historia de dos amigos: Jesús Alejando y Álvaro
Disfruté del día en familia, jugando con mis primitos, atendiendo a mis tíos, a mis padres que se sorprendían de mi entrega a la familia, y tuve tiempo para pensar y depurar la estrategia a seguir esos días, todo se iba acomodando a mis deseos, estudiados y meditados con la frialdad que el odio visceral me permitía.
Al día siguiente pasé por el Edificio Central Operativo de las empresas de mis tíos, ese inmenso y alto edificio de acero y cristal, el lugar donde yo mandaría indirectamente si mis planes salían como estaba previsto. Sabía que no estarían allí, no deseaba encontrarme con ellos y menos con mi tío, dejé los documentos bancarios ya firmados a la amable Paula, sin dejar de pasar la mirada por el retrato de Demian que brillaba con luz propia sobre su mesa, era hermoso e increíble, así como el ser maligno, el demonio que se había convertido para mi.
Sentía que me estaba haciendo mal tanto odio emponzoñando mi corazón, y a veces pensaba que era peor que ellos, y más desde que sentía este nuevo sentimiento de amor que renacía en Alvaro y me limpiaba.
-Tenéis que pasar por la Notaría, llámame cuando te venga bien para concertar la visita a la vez que la de Demian. -Me atendía con la misma amabilidad que la caracterizaba aunque era consciente lo que sufría sabiendo la enemistad que ahora nos animaba.
Cuando terminé la reunión con ella y al despedirme la abracé, lamentando en mi interior el mal que ...
... indirectamente iba a causarle sin que tuviera culpa alguna.
Aproveché para pasar por la Uni y entregar la documentación que me solicitaban y pagar los derechos de matrícula, allí encontré varios conocidos y me entretuve charlando hasta la hora de la comida. No quería parecer impaciente y preocupado y esperé a la tarde para llamar a Juan Carlos.
Su voz sonaba diferente, había tomado partido por una opción y ahora sabía que su destino y el éxito de su empresa estaban ligados a que yo saliera triunfante, había resultado un esfuerzo terrible vencerle y controlar su voluntad, para que cometiera esa deslealtad con la empresa que contrataba sus servicios y era su principal cliente, ¿por miedo a las consecuencias?, lo más probable, aunque no tenía que temer si yo llegaba a controlar la situación, tenía que decidirse y arriesgarse.
-¿Te parece bien si quedamos el miércoles?
-De acuerdo, en la cafetería de otras veces a la hora de comer.
A pesar de mi sangre fría me sentía nervioso, quizá asustado, yo no era tan malo, quería a la gente y era incapaz de matar una mosca, ellos me había hecho así, rencoroso y perverso, hasta por eso tenían que pagar, habían conseguido corromper mi alma.
Estaba solo en casa y me puse el bañador para bajar a la piscina, ¡coño de vida!, era un calvario, cada rincón y lugar de mi casa me traían los recuerdos más hermosos para mi desgracia. Cogí una limonada y la llevé a la hamaca donde me tumbe dejando el vaso en el suelo.
¡Cómo había comenzado todo? ...